Pasión y Poder

• Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 𝟫

SABOR A SANGRE
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Mientras caminaban por el pasillo en dirección al jardín, Peter apretaba la mano de Lorie con bastante fuerza. Ella podía sentir la tensión en la mano de su hermano.

— ¡Peter! dijo Lorie en tono suave.

—¡Sí! respondió Peter.

Ella clavo sus mirada en él por un momento, sin dejar de caminar, después bajo su vista para mirar en dirección a sus dedos entrelazados. La mano de su hermano ya no le parecía tan grande.

— ¡Me estás sujetando con demasiada fuerza, perderé la mano si sigues apretándome así! dijo en tono burlón.

— ¡Oh, Lorie.. perdóname! dijo sonrojado.

Ambos sonreían, pero no soltaron sus manos hasta llegar a la puerta que guíaba al jardín.

— ¡Lorie! buscaré a Nicolae y a Drogo . Espera cerca de la fuente. ¡Y por favor! no hagas nada.

— ¿Nada de que?¡Como si fuera mi costumbre! dijo, mientras ponía los ojos en blanco.

— ¡Nada me oíste! dijo antes de desaparecer de la vista de Lorie.

Ni ella, ni Peter comentaron nada acerca del banquete, ni si quiera de dónde podrían haber estado Nicolae y Drogo ¿Y si estaban en el banquete? ¿Y si Peter volviera a ese lugar? Muchas preguntas rondaban su cabeza.

Y sin darse cuenta sus pasos la habían guiado cerca de la fuente, la cual estaba rodeada por un hermoso jardín de rosas, Lorie levanto la vista al cielo para ver la hermosa luna color plata que se alzaba sobre su cabeza. Su vista rápidamente recorrió el lugar. Aspiró profundamente el aroma que desprendía la naturaleza.

Y de pronto algo llamo su atención, una rosa negra, totalmente diferente a las que había visto, estaba colocada en el borde de la fuente con un lazo rojo. Giró en varias direcciones pero no vio nadie. Alguien debió dejarla antes de que ella llegará.

Las palabras de Peter resonaban en su cabeza "no hagas nada". Sin embargo a ella nadie le decía que hacer. Camino hacia la fuente de manera casi normal pero con todos sus entidos alerta. Y sin más, tomo la rosa, la observo y se dió cuenta de que solo era una rosa normal. Bueno, hasta que se pincho con una de las espinas. ¡En serio Lorie! dijo,  para si misma.

— ¡Vaya! Es usted bastante curiosa.

¡Diablos! ¡Esa voz!.. ronca, sensual y que le ponía los cabellos de punta, la reconocería entre miles. ¡Conrad!

Lorie se giró, y se topo de cara con una sonrisa petulante, engreída pero demasiado provocadora. Colocó las manos detrás de su espalda para que no viera que tenía la rosa.

Conrad arqueo una ceja divertido y ella se sonrojo.

— ¡No sé de qué habla! dijo, en un tono finjidamente seguro.— ¿Acaso ahora me está persiguiendo?

— ¿Le molestaría?

— ¡Pensé que se estaba divirtiendo! dijo Lorie, en tono de sarcasmo. ¡Me imagino que la rubia a la que le clavaba los colmillos tenía un sabor delicioso! ¿Me equivoco?