Pasión y Poder

• Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 𝟣𝟣

INTERVENCIÓN
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Lo que sucedía en ese momento en el jardín de los Bartholy ponía en riesgo la alianza entre ambas familias. Lorie al notar la amenaza que se elevaba entre ambos vampiros, apretó la mano de Conrad intentando hacerlo reaccionar, al darse cuenta de que sus intentos no funcionaron, tuvo el presentimiento de que eso acabaría muy mal. Ya que en el instante en que Conrad se dispusiera en atacar a Nicolae, no tenía la menor duda, en que sus hermanos intervendrian y por consecuencia ella misma.

— ¡Ya basta! ¡Por favor! gritó Lorie

En un intento por romper el duelo de miradas entre los dos vampiros y llamar su atención.

— ¡Es una tontería! dijo Lorie.

Conrad quien apretaba sus labios movió la cabeza en desacuerdo.

— ¡No Lorie! dijo Conrad, con voz glacial. Tu hermano no tenía derecho en mecionar nada. El no sabe nada de lo que sucedió aquel día. No era de su incumbencia.

El corazón de Lorie empezó a golpear más fuerte, ya no le hablaba de usted. Lo que quería decir que las cosas estaban peor de lo que ella imaginaba.

— ¿Ahora la tuteas? dijo Nicolae, en tono sarcástico. ¿Por qué no le cuentas la verdad? Por un breve tiempo pensé que Lorie estaría bien casándose con alguien como tú. Los enemigos de nuestra familia son muchos. Pensé que estando cerca de ti y lejos de nosotros ella estaría más segura.

— ¿Que dijiste Nicolae? preguntó Lorie un poco exaltada. ¿Querían que me fuera lejos y por eso estabas de acuerdo en el matrimonio? ¿Y mi opinión? Sabes que no los dejaré solos.

— ¡Exactamente! respondió Nicolae, viéndola a los ojos. Sabía que si llegabas a enterarte no aceptarías. Pero era la única forma de mantenerte segura. ¡Hasta que supe la verdad! Y creo que él es ma peligroso que todos nuestros enemigos juntos.

Conrad solto una carcajada que le erizo los cabellos a Lorie. El seguía sujentando su mano y a pesar de lo extraño que pareciera y de aquellas palabras que había mencionado Nicolae. Lorie no podía soltar la mano de Conrad al contrario la tomo mas firmemente y sostuvo la mirada de su hermano.

— ¡No te preocupes por mi Nicolae! Se que Conrad me contara lo que sucedió en algún momento.

Trataba de mantener la balanza para que aqueyo no terminará en trajedia. Estaba confundida, tenía miedo por sus hermanos y por Conrad. ¿Que secreto guardaba que lo volvía tan peligroso y detestable a los ojos de Nicolae?

— ¡ Nosotros volveremos a la mansión! dijo Lorie. Mirando a Conrad, quien hizo un gesto de aceptación con su cabeza.

Conrad se inclino y tomo su saco, que había tirado durante el enfrentamiento con Drogo.

— ¿Estás segura Lorie? Pregunto Nicolae

Antes de que Lorie pudiera responder Drogo intervino.

— ¡Estás loca! No escuchaste lo que te acaba de decir Nicolae. Drogo estaba exaltado además de un poco despeinado. — ¿Por qué no la sueltas? dijo mientras miraba a Conrad. ¿La usas de escudo?

Conrad hizo el intento de soltar la mano de Lorie pero ella nego con la cabeza. Y el no intento más.

— ¡Estoy harta de escucharlos! ¿Por qué no me dejan decidir a mi? ¡Y no! Drogo, no estoy loca. Escuché lo que dijo Nicolae perfectamente. ¡Pero es mi vida! mía, no de ustedes. Si me equivoco o no, yo pagaré las consecuencias. ¿Por qué no confían en mi?

— ¡Claro que confiamos en ti! dijo Peter. Es en el, en el que no confiamos. Hizo un gesto con la barbilla, apuntando en dirección de Conrad.

Lorie no se molestó en responder más, el momento había sobre pasado todos los límites. Era vergonzoso por lo que optó por dirigirse a Conrad.

— ¡Vámonos! Por favor, dijo mientras miraba a Conrad.

— ¡Por su puesto! respondió él.

Lorie camino sin ver a sus hermanos, le dolía darle la contra a Nicolae, pero si Conrad era tan peligroso como decían. Era mejor aparentar estar de su lado que en su contra. Antes de entrar a la mansión Lorie se detuvo. Y se giró para ver a Conrad quien permanecia serio y con la mirada algo perdida.

— ¿Y si vamos a otro lugar? Preguntó ella.

— ¿A otro lugar? dijo mientras le sonreía de lado. ¿Seguro que a tus niñeras no les molestará?

— ¡No son mis niñeras! Y ellos sólo están preocupados.

— ¿Preocupados? Demasiado exaltados para mí gusto.

— ¡Todos los hermanos se exaltan! dijo ella sonriente.

— ¡Tengo la fortuna de ser hijo único! dijo él de forma burlona. Así que no tendrás a alguien haciendo drama o cuestionando el porque te casarás conmigo.

— ¿Ya nos tuteamos? Preguntó Lorie, sonriendo.

— ¡Acabas de proponerme una cita! es lo justo.

El se acercó lo suficiente como si pareciera que la iba a besar, ella cerró los ojos esperando sentir sus labios sobre los suyos. Pero al contrario de lo que ella pensó, el se inclino, para depositar un beso en su frente.

— ¡Gracias! El susurró contra su frente.

Lorie se sonrojo, una extraña y deliciosa sensación de calor había recorrido su cuerpo, al sentir los labios de él. Quizá, por la manera tan natural en que lo hizo.

— ¿Por qué? Preguntó ella.

— ¡Por no permitir que cometiera un error! respondió. Mientras clavaba sus ojos grises en los de Lorie