Pasión y Poder

• Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 𝟩

MATRIMONIO CONCERTADO
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Después de estar algunos minutos observando y escuchando el intercambio de palabras entre Viktor y Lorie. Conrad decide intervenir.

— Creo que lo que su padre quiere decir, es que está alianza nos beneficiaría a ambas familias.

Lorie sonrió con repulsión.

— ¡A usted, más que a nadie! ¿No?

Conrad hizo una pequeña mueca, que rápidamente cambio por una sonrisa, intentando hacer parecer que podía obtener el control.

— ¡LORIE! esta decidido— dijo Viktor a manera de orden.

Lorie miro a su padre frunciendo el ceño.

— ¡Entonces! si ya lo habían decidido — dijo apuntando a todos con el dedo. — ¿ Para que me quieres aquí? Igual se hará tu voluntad ¿No es así?

Viktor se puso una mano en la cadera, mientras trataba de contener la ira que estaba empezando a sentir.

— Estás aquí, porque pensé que podrías poner un poco de tu parte para apoyar a tu familia.

«¿Pero que dice? El se enfrasca en una pelea por el poder y yo tengo que ayudarlo a que se mantenga en el, y no bastando eso, quiere que me case con este payaso.»

— ¡Vaya! Todos deciden sobre mi futuro y debo sentirme mal por no cumplir tus espectativas ¿Padre?

Viktor la ignoro totalmente, cómo si lo que sintiera u opinara Lorie, no tuviera el mínimo efecto en el. Y se dirigió a su escritorio, abrió un cajón y sacó lo que parecía un pergamino. Lorie no podía creer lo que veía.

— Bueno ¿ pero en que siglo creen que estamos?— dijo en tono molesto. — Parece que retrocedimos en el tiempo.

Era algo irónico tomando en cuenta de que estaba hablando con vampiros con cientos de años de existencia.

— Todo lo contrario— dijo Conrad. —Hemos evolucionado.

— ¡Llama a esto evolucionar!— replicó frunciendo el entrecejo. — ¡Creo que lo pensaré!—Dijo en forma de reto. Mientras miraba a Conrad con una sonrisa burlona en los labios.

—¡No hay nada que pensar Lorie!— dijo Viktor, en tono autoritario. — Hoy firmaremos el pacto y después elegiremos la fecha para el matrimonio.

— ¿Así que eso también lo elegirás tú? Necesito un par de días, no es demasiado tiempo. Siempre has tenido enemigos,no creo que sólo porque me tarde en hacerlo, mañana aparezcan por aquí. ¡Déjame procesar la noticia!

— ¡Creo que le resultó repulsivo, señorita!— dijo, Conrad con sarcasmo.

Lorie se mordió el labio, y este gesto no le fue indiferente a Conrad, quien instintivamente desvío la mirada hacia los labios de la chica.

— De ninguna manera— dijo Lorie, de manera rápida.— Sólo no tengo, el gusto o disgusto de conocerlo. Y la explicación que me acaban de dar, no me satisface.

Viktor intentó intervenir, pero Conrad se le adelantó.

— Entonces deme la oportunidad para que pueda conocerme. Yo sé, que usted ama a sus hermanos ¿No es así?.

Lorie se tensó de los pies a la cabeza, al escuchar que Conrad hacía alucion a sus hermanos.

— ¿Que tienen que ver mis hermanos?¿Por que los menciona?— preguntó.

— ¡Verá, señorita!— dijo, mientras se ponía de pie. — Sus hermanos son vampiros.... — humm— cómo decirlo sin sonar despectivo.— dijo, con aire insolente.

Lorie se puso de pie de un golpe sin importarle las reglas de etiqueta que debía seguir una señorita de alta sociedad. Conrad había cruzado el límite.

— ¡Atrevase a faltarle al respeto a mis hermanos, y le aseguro que no le quedarán ganas de hacerlo de nuevo — dijo esto mientras se ponía de pie frente a él.

— ¡Lorie!— grito Viktor. — ¡ya basta!

Estaba furiosa. Era verdad el señor O'Connor era atractivo, era listo. Pero tenía un feo defecto, era un imbécil engreído. Y alguien tenía que ponerlo en su lugar.

— ¡No tiene derecho a insultar a mis hermanos! No en nuestra casa, ni frente a nosotros— dijo con irá, golpeando con su índice en el pecho de Conrad.

Las mejillas sonrojadas y la cara de molestia de Lorie al parecer le causó cierta diversión a Conrad. Porqué arqueo una ceja y bajo la mirada en dirección del dedo que estaba golpeando su pecho. Levanto la vista de nuevo y sus ojos se cruzaron con los de Lorie. Lo que hizo que ella dejara de golpearlo y bajará la mano.

— ¡Señorita Bartholy! — Dijo con voz totalmente controlada. — ¡Solo es un contrato! Le aseguro que usted no tendrá que hacer nada que no le apetezca, no tiene nada de que preocuparse. No tiene que enamorarse. Ni....

Lorie se sonrojo al escuchar las últimas fraces que había mencionado Conrad. «¿Que no soy lo suficientemente guapa para el o que? ¿Pero que diablos? ¿Por qué pienso eso?»

— ¡¿No haré nada que no me apetezca?! ¿Pero esto es una broma? Tengo que firmar un pacto con su familia en contra de mi voluntad y ¿Usted me dice eso?

A Lorie le temblaban las manos y los labios, de la rabia que sentía. Pero algo o más bien alguien llamo su atención. La mujer llamada Amelia se puso de pie y le coloco una mano en su espalda. Y por extraño que pudiera parecer, sintió que se relajaba ante ese toque.

— ¡Porque no dejamos a Lorie tranquila— dijo, usando un falso tono condescendiente.—Creo que está abrumada, quizá después del banquete cambie de opinión. — Sonrió de manera maligna, mientras clavaba sus ojos azules en los de Lorie.

Lorie se giró en dirección a su padre, quién le lanzó una sonrisa de satisfacción. Entonces se dió cuenta de que no había visto a nadie beber sangre como dictaba la tradición.