Capítulo 120: Rey de los océanos

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Seismic se mantuvo erguido con sus brazos como pilares cruzados frente a él. De pie así, su enorme espalda frente a todos los defensores detrás de él, parecía un enorme roble. Un símbolo arraigado de fuerza. Y detrás de él, todos se unieron.

Una lluvia de disparos y explosivos pasó silbando a su lado y sobre su cabeza mientras contemplaba la enorme ola de variantes que avanzaba. Los hombres-pez ordinarios morían en masa. Sus escamas eran resistentes a las balas, pero no del todo a prueba de balas. Después de recibir docenas de rondas, sus escamas se rompieron y los volvieron vulnerables.

El mayor problema eran los Cangrejeros. Cada uno de ellos tenía una altura de tres metros y sostenía sus enormes cuerpos cubiertos de caparazones sobre cuatro poderosas patas segmentadas. Poseían seis brazos, cuatro de ellos más pequeños y con garras, con dos principales grandes que sostenían sus pinzas gigantes en forma de garrote.

Las balas rebotaban en ellos como la lluvia en un parabrisas, y pronto, cuando los frágiles hombres-pez del frente se extinguieron, se formó de forma natural una línea de hombres-cangrejo, cuyos grandes cuerpos cubiertos de caparazones rojos formaban un muro de escudos desde el cual los hombres-pez podían cargar por detrás sin recibir ningún daño. disparos de bala

Las balas de mayor calibre de los mechs Walker y las rondas de los tanques podían hacerlos pedazos, pero solo había un número finito de ellos. Como mínimo, no lo suficiente para hacer frente a la marea de cientos o miles de hombres cangrejo que avanzaban, su carga sacudiendo el suelo.

Las variantes cerraron rápidamente la distancia hacia los defensores humanos, ahora acercándose a cien metros de ellos. En cuestión de segundos, todo estaría perdido.

"¡Nos van a invadir!" se oyó un grito de pánico detrás de Seismic.

"¡Aumentadores, Mutantes, vuélvanse detrás de mí!" gritó Seismic en su auricular. Los pocos Aumentadores y Mutantes sobrevivientes en las líneas del frente retrocedieron, muchos de ellos heridos y arañados.

Tan pronto como Seismic vio que el último de ellos pasaba corriendo junto a él, se preparó.

Seismic respiró hondo y sus ojos se abrieron, brillando de color marrón mientras canalizaba su poder. Sintió que el calor circulaba desde su columna donde, como un Augmenter, se encontraba su Alter Organ. Levantó un puño en el aire, y todos los músculos desarrollados de su brazo se abultaron en flexión, las venas de la vascularización se mostraron a través de su traje negro y marrón.

Una esfera blanca se formó alrededor de su puño.

Con un grito, Seismic se arrodilló y golpeó el suelo frente a él, empujando la esfera contra la tierra. Al principio, no pasó nada.

Luego, el suelo retumbó y tembló cuando Seismic generó un terremoto localizado. Los brazales con forma de rodillo de cemento alrededor de sus brazos giraron, sus reactores de éter brillaban como dos puntos azules gemelos. Esto permitió a Seismic controlar sus terremotos normalmente omnidireccionales en direcciones controladas.

Con esto, Seismic dirigió su terremoto hacia un cono masivo frente a él. Una vez más, el suelo debajo de las variantes que cargaban se sacudió y sacudió como si fuera agua, enviando todas las variantes dando vueltas en el aire como comida arrojada en una sartén.

Cualquier variante que tuviera los pies en el suelo cuando la onda de choque la azotó la condujo a sus cuerpos, diezmando por completo sus entrañas, rompiendo huesos y revolviendo órganos. Los hombres cangrejo eran tan frágiles como los hombres pez contra este nivel de fuerza, y sus órganos blancos y sangre brotaban de sus caparazones destrozados.

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