Capítulo 7

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Me sonríe Harry cuando ve que me estoy colocando el vestido y el pelo. Aún no me creo que vaya a entrar en Palacio. Y menos para lo que voy a entrar.

Nos abren las puertas exteriores, y Harry me ofrece su brazo para agarrarme. Así lo hago, así que caminamos al compás hasta la puerta principal. El corazón me va a mil por hora.

-Gracias -le agradezco y me pongo lo más derecha que puedo, suspirando.

-Relájese -me susurra Harry a medio camino.

Llegamos a la puerta principal, en la que nos espera otro chico vestido igual que el que nos cogió las maletas.

-Señor Styles, señorita, la Reina le espera en la sala azul.

-Gracias -sonríe Harry, gentil y educado.

Empezamos a caminar por un pasillo, siguiendo al mayordomo de la entrada. Lo observo todo con dedicación, observando cada detalle sin creerme que sea verdad. Mierda, no lo había pensado.

-Cuando vea a la Reina, ¿le hago una reverencia o qué? -Le susurro a Harry.

-Inclínese como señal de respeto -me sonríe, y el mayordomo se para.

Me coge la chaqueta y a Harry la gabardina, diciendo que nos lo subirá todo a nuestra habitación. Abre una puerta, y un salón enorme aparece ante mis ojos. Es clásico, tal y como lo imaginaba pero mucho más lujoso aún. Guau. Los detalles dorados, los cuadros de estilo Renacentista, el lujo, la paz que se respira me abruma.

Y sobre todo, la Reina. Está sentada en un sofá bordado de piel leyendo algo, pero no sé qué es. Guau, nunca la había visto en persona. Y eso que llevo toda mi vida en esta ciudad. Cuando nos ve, se levanta, y yo trago saliva, intentando más que nunca mantener la compostura.

-Majestad -Dice Harry en un tono amable, y me suelta, para inclinarse levemente ante ella, saludándola. Mierda, ahora me siento sola y más vulnerable aún que antes.

-Detective Styles, le echaba de menos, y le estaba esperando -Se nos acerca, y le da dos besos a Harry. No puedo creer la confianza que tienen. -¿Quién es la jovencita? -Pregunta, mirándome.

-Majestad, le presento a la señorita Sippet, mi acompañante. -Dice Harry, cordial y sonriente. Él no está nada nervioso. Por supuesto que no.

-Encantada, Majestad -me inclino sonriente, como Harry me ha dicho. No sé cómo mi voz ha salido normal.

Me sonríe, y en ese momento le dice algo a Harry, pero casi se lo susurra. No me he enterado de lo que le ha dicho, mierda. ¿Se supone que me debía enterar? Ahora se lo preguntaré.

-Majestad, la señorita está muy nerviosa, le tiene mucho respeto. -Harry está sonriente, sereno, y eso ahora mismo me frustra muchísimo.

Nunca he sido tímida, pero, guau, es la Reina.

-Señorita, no tenga miedo, no muerdo -me dice ella y todos reímos.

-No le tengo miedo, simplemente es respeto. No conozco a su Majestad la Reina de Inglaterra todos los días. -Río dulcemente.

-Soy simpática, pregúntele al detective. -Sonríe amable.- Es un buen amigo.

-Gracias Majestad, yo también le quiero -Y lo dice con ironía y superioridad, pero eso no parece molestar a la Reina.

-Disfruten de la fiesta, jóvenes -nos señala una doble puerta a un lado de la habitación, donde hay dos mayordomos, uno a cada lado de la puerta.

-Muchas gracias, Majestad -sonríe Harry abiertamente.

Los hombres nos abren las puertas, y pasamos a un salón mucho más grande que el anterior, pero con la decoración parecida. El anterior tenía las paredes azul claro, y le daba un toque tranquilo a la habitación, pero este, es casi todo dorado, cuadros enormes, y mucho más lujoso. Tiene las paredes color granate, y hay mucha gente vestida con trajes caros, distinguida, hablando, con una copa en la mano, o bailando el hilo musical que suena de fondo. Es música clásica, cómo no.

Shoot MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora