Me despierto esta mañana de domingo encontrándome con mucha luz, y abro los ojos lentamente. Enseguida noto el calor que radia el cuerpo que descansa a mi lado, con una mata de rizos despeinada y la respiración pausada del detective a centímetros de mi cara. Entonces mi mente recuerda la noche anterior, y sonrío. Prefiero no despertarlo, observarlo fijamente, amo verlo dormir sobre todas las cosas. Está tan guapo, tan vulnerable... Parece un niño. ¿Por qué me gusta tanto verlo dormir? Es demasiado temprano para responderme a esa pregunta, y además no quiero pensar en ello. No se cuantos minutos pasan hasta que se despierta, y algo se mueve en mi estómago cuando sus grandes ojos verdes encuentran los míos.
-Buenos días señorita -dice con la voz extremadamente ronca.
Un escalofrío recorre todo mi cuerpo al oír esa voz. Si la voz de este hombre ya es sexy de por sí con lo ronca que es, ahora por la mañana, no podría describirse. En sus labios se dibuja una sonrisa perfecta. Y no sé por qué en este momento tengo la sensación de que quiero seguir viendo esa sonrisa por las mañanas.
-Buenos días detective Styles -me sonrojo al recordar de nuevo la noche anterior y escondo la cara entre las sábanas. No sé por qué lo hago, me siento como una niña pequeña, con ganas de jugar. Una sonrisa estúpida me sale cuando me destapa la cara con la misma sonrisa de antes.
-Está adorable cuando se sonroja -dice.
-No, ¿por qué? -río dulcemente mirándole a los ojos y el rojo de mis mejillas aumenta. Entonces recuerdo que ambos estamos completamente desnudos. Decido mover mis pies y acariciar los suyos con los míos. Encuanto lo hago, se muerde el labio sin dejar de mirarme y se destapa hasta la cintura.
-Tengo que ir a trabajar...-comenta, e intento contener una mueca de decepción.
-Sí, es verdad, esto... me iré a vestir -le sonrío tímidamente y me levanto de la cama paseándome por la habitación desnuda y yendo al armario. Ya no tiene sentido que me tape.
-Es usted hermosa -dice cuando abro el armario. No sé cuántas veces me lo ha dicho desde que nos conocemos, pero me encanta. Nadie me lo había dicho tantas veces seguidas, es como si necesitara recordármelo todo el tiempo.
-Gracias detective -le contesto, sin poder reprimir una sonrisa. Me doy la vuelta, y veo que intenta levantarse pero cae hacia delante, tumbándose de nuevo con los brazos estirados. Me encanta cada cosa que hace, cada movimiento suyo. Antes de coger la ropa, me acerco a él lentamente sentándome a su lado.
-¿Está usted bien? -digo mientras le acaricio el pelo. Es suave al tacto, lleno de rizos por todas partes. Parece cansado. Su olor permanece en mis fosas nasales, y me encanta.
-Ummm, se está muy agustito -ronronea al sentir mi mano. Parece que le gusta, así que sigo haciéndolo.
-Lo sé, son las 9 y media aún puede descansar un poco más, tiene todo el día.
-Debo irme a trabajar, además tengo que pasar por casa para cambiarme de ropa y ducharme.
-Está bien, como usted quiera.
Se incorpora sentándose a mi lado, con las sábanas aún cubriéndole de cintura para abajo.
-Vístase, ahora lo hago yo.
Creo que quiere mirarme mientras lo hago. No siento vergüenza de mi físico, pero que me mire así me intimida. Mucho. Sus mirada posada en mí tiene un gran efecto. Es como si estuviera atento a cada movimiento mío, como si no quisiera perderse nada.
Obedezco y me levanto, poniéndome la ropa interior. Me pongo una camiseta negra de tirantes que me llega por encima del ombligo, que pone "Be high" y unos pantalones cortos con estampado de leopardo. Hoy hace calor. Le miro de reojo y veo que sigue contemplándome, sin dejar de examinar cada una de mis curvas, mis formas y mis movimientos. No dice nada, ninguno de los dos habla, pero el silencio no es incómodo. Entro al baño y me lavo la cara, los dientes, y me arreglo el pelo. Hoy no me hace falta maquillarme. Cuando salgo, sigue en la misma postura. Está sentado, con las sábanas cubriéndole hasta la cintura, y la luz de la ventana se refleja en su morena piel y sus grandes ojos. Sonrío.

ESTÁS LEYENDO
Shoot Me
Romance"Él, que sólo quería acostarse con ella, acabó por verla dormir. Terminó por secar sus lágrimas, escuchar sus problemas y yendo a recogerla después del trabajo. Él, que sólo quería tocar su cuerpo, acabó por llevarla de la mano por la calle. Él, que...