Capítulo 8

21 2 0
                                    

Perdón por no haber subido el domingo pasado, no he tenido tiempo :( La fecha de subida seguirá siendo los domingos. Espero que os guste :)




***




-¿No me ha oído? -Repite al ver que no reacciono. Es que estoy paralizada.

Carraspeo y me agacho, apoyando mis rodillas y mis manos en el suelo. Trago saliva, con el corazón a mil por hora.

Oigo cómo se agacha, y me sube el top hasta encima del pecho. Empieza a masajearme los pechos, y yo sigo quieta, con la respiración entre cortada. Me levanta la falda, y con la palma de sus manos, me acaricia las piernas, y luego los glúteos. Aprieta sus manos y yo gimo, excitada.

-Joder, Anna. -Ni siquiera me doy cuenta de que me ha llamado Anna, cuando tira de mi tanga y lo suelta, dándome un pequeño latigazo. No ha dolido, menos mal.

Mierda, aquí no podré gemir de ninguna manera, o nos oirán. No me puedo creer que esté haciendo esto. Me baja el tanga lentamente, mientras siento su uña provocarme escalofríos cuando me roza la piel, y entonces un azote, fuerte. Gimo, pero no por el dolor, más bien ha sido placentero.

-Esto está insonorizado. -Me comenta justo antes de darme otro azote en la otra nalga. Otra vez parece comprenderme. Siento su dedo introducirse lentamente en mí, mientras con la otra mano me acaricia la cadera. No le veo la cara, y eso no sé si me pone más nerviosa. Grito cuando de repente me mete los otros dos dedos más rapido, sin esperármelo.

-Joder -bajo la cabeza, jadeando, mientras él sigue con su lenta tortura y me acaricia la espalda. Noto una ola de calor que me invade, y entonces saca los dedos. Oigo cómo se desabrocha el cinturón, se desabrocha la cremallera y se baja los pantalones. Luego el familiar sonido de cuando abre el paquetito de un condón. Me da otro azote, bastante más fuerte que los demás, y chillo. No me lo esperaba, y creo que me habrá dejado marca y todo. Noto cómo me tiembla todo el cuerpo, cuando siento que empieza a entrar despacio en mí. En vez de ir primero despacio y luego rápido, como las otras veces, esta vez aumenta el ritmo directamente, y otro azote. Ay. Esto, por mucho que me niegue, es muy excitante. Su mano me acaricia la espalda, sube hasta mi hombro, hasta alcanzar mi pelo y enredarlo en su mano, tirando de él. Joder, voy a estallar. Cada vez es más frenético, más rápido, y más fuerte. Yo grito, porque el placer me invade, y me doy cuenta de que nunca antes lo había hecho de esta forma. Yo, que me creía experimentada, estoy descubriendo muchas cosas con él que no creía capaz de sentir. Sus movimientos son fuertes, potentes, cada vez más. En la habitación sólo se oyen nuestras pieles chocando y nuestros gemidos. Mis músculos se contraen más, y el placer me lleva con él, hasta el clímax, llegando los dos a la vez. Caigo, exhausta, y casi sin respiración.

Sale de mí, y oigo su respiración agitada. Yo estoy jadeando, con los codos apoyados en el suelo y temblando, sin poder mover un músculo. Lo siento aún dentro de mí, lo siento porque me ha dolido un poco, pero no quería parar. Antes de que me dé cuenta, está delante de mí.

-¿Está bien?

Asiento, sin moverme siquiera para mirarle.

-Señorita, respire -me levanta del suelo, poniéndome de rodillas, y me mira. Me dedica esa mirada de tranquilidad, y ternura que ya ha hecho otras veces. Me levanta la barbilla con el dedo y presiona, muy despacio, mis labios con los suyos, calmándome. Lo necesitaba.

-Así no me deja respirar mucho -sonrío.



Shoot MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora