Hoy, un día de primeros de mayo, me encuentro haciendo la comida, sólo para mí. Me he independizado hace poco, a mis 19 años, así que estoy buscando a alguien con quien compartir la casa, que me están ayudando a pagar mis padres el alquiler. Menos mal que ya es viernes, tengo que llamar a alguien para quedar...ahora cuando termine de comer. Mientras pienso en todas mis cosas, recibo una llamada de un número desconocido.
-Hola...soy el detective Styles, ¿es usted la señorita Sippet? -dice alguien con la voz muy ronca al otro lado del teléfono.
-Sí sí...soy yo. ¿Pasa algo detective? ¿A qué se debe su llamada? -frunzo el ceño y sujeto el móvil con el hombro mientras sigo haciendo la comida.
-Por lo que tengo entendido fue usted secuestrada hace dos años...y estoy intentando resolver un caso. Hay un asesino que está matando chicas como usted...y con su mismo tatuaje. -se aclara la garganta- ¿recuerda usted algo del secuestro?
-¿Yo? ¿Cómo que secuestrada? Detective lo siento creo que se ha equivocado de persona -miro el tatuaje en mi cintura, que asoma por encima del pantalón, un ancla perfecta, y de unos 4 dedos de largo, pero trato de obviarlo.
-Salió de su casa un día y se despertó en el hospital, es lo que usted recuerda, ¿verdad? El psicólogo le intentó hacer recordar pero por lo que veo no dio resultado -suspira-. Es usted parte crucial del caso.
-Sí, eso sí lo recuerdo, pero no me acuerdo nada de un secuestro detective lo siento... ¡MIERDA! -se me empieza a quemar la comida e intento arreglarlo como puedo-. Señor detective, mire, me pilla en un mal momento, estoy cocinando. ¿Le importaría llamar luego o concertar un día para quedar y me lo explica todo
-No lo siento...esto es crucial para el caso. Según pone aquí si estaba informada sobre que fue secuestrada.
-A ver, me acuerdo que fui al psicólogo y me contó que había estado secuestrada, que el tatuaje que tengo en el cintura me lo hizo el secuestrador y todo apunta a ello pero yo personalmente no recuerdo nada -suspiro-. Revise el informe de nuevo. Voy a comer, es que llama usted a unas horas...¿esto es una broma o algo?
-Vale lo suponía. Esto va a ser más difícil de lo que esperaba, no tengo ninguna pista del asesino. No es ninguna broma, ya me gustaría a mí. Si le parece bien, quedamos a las 6 esta tarde en el Starbucks más cercano a su casa o donde quiera, necesito hablar con usted.
-Vale, ¿sabe el Starbucks que está a los pies del Tower Bridge?
-Claro, me conozco Londres casi como la palma de mi mano -ríe, y su risa me produce un escalofrío-. Vale, la veo en unas horas, hasta luego señorita.
-Hasta luego señor detective -cuelgo y me dispongo a comer.
¿Quién era ese detective? Espero que no me traiga muy malos recuerdos del pasado. Mientras me arreglo, pienso en su voz. Hablaba tan lento...aunque con esa voz sería muy mayor y no muy atractivo. ¿Qué detective es atractivo? Me visto con una camiseta de tirantes, unos pantalones cortos y me dejo el pelo suelto, cayendo por mi espalda hasta un poco más de la mitad de ésta. Cojo mi moto y me dirijo al Starbucks en el que he quedado con el detective.
En pocos minutos, llego al Starbucks y aparco la moto. Mierda, no lo he pensado. ¿Cómo voy a reconocerlo? Lo mismo con suerte él me reconoce a mí. Entro en el Starbucks y busco entre la multitud a alguien con pinta de detective. Nadie. De repente veo que un chico, alto y de pelo rizado con ojos verdes, que se dirije hacia mí y se para justo en frente mía con una sonrisa que hipnotiza. Es mucho más alto que yo, tengo que mirar todo el rato hacia arriba para mirarle a la cara, de modo que si le abrazara, mis labios quedarían a la altura del límite que separa su abdomen de su pecho. Va muy elegante, con un traje negro y una corbata plateada.
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Shoot Me
Romance"Él, que sólo quería acostarse con ella, acabó por verla dormir. Terminó por secar sus lágrimas, escuchar sus problemas y yendo a recogerla después del trabajo. Él, que sólo quería tocar su cuerpo, acabó por llevarla de la mano por la calle. Él, que...