Cuando llego al <Fénix> de nuevo, subo por el ascensor hacia mi departamento. Es difícil recordar lo que me dijo hace un rato Jason, tengo presente pocos detalles. Me ducho, como un poco y salgo por el pasillo mirando hacia el suelo; Dejé a Carl encerrado para que no me molestara. Me siento recostado en la pared, desconcertado y un poco perdido en mí mismo.
Miro hacia la ventana al final del pasillo, que está a unos veinte pasos de distancia, grande y reluciente; inclino mi cabeza para atrás y cierro mis ojos para relajarme. Después de unos minutos entro a mi habitación de nuevo y veo una carta en el suelo, la recojo y en frente dice: << Para: Alice Price —- Habitación 15M >>.
Voy en busca de la dueña del sobre, y estando delante de la puerta con el número 15M, golpeo y tras algunos ruidos de pasos, se abre la puerta y se asoma ella: Delgada, un poco alta, de tez clara, unos profundos ojos azules, finos brazos, algunas pecas en las mejillas, acompañadas por el rubor que empieza a invadirle el rostro; de cabello ondulado y rojizo, tiene un traje negro como el mío, pero sus recuadros son rojos. Es ella, la chica de mi visión.
- Hola. – Me dice con voz temblorosa.
- Hola, ¿Eres Alice? – Le pregunto nervioso.
- Sí, claro.
- Encontré este sobre en mi departamento. Tal vez, se equivocaron y me lo entregaron a mí; creo que es tuyo.
- Gracias, mmm. ¿Cuál es tu nombre?
- Liam. ¿Desde cuándo vives aquí? –
- Llevo dos semanas. ¿Por qué preguntas?
- Yo tampoco llevo mucho aquí, pero una chica tan linda, no se escondería de mis ojos demasiado tiempo –
Sus mejillas se ruborizan aún más y se ríe suavemente.
-Tengo que entrar ya. Gracias por traerme la carta. – Me dice Alice mirándome a los ojos.
- Vale. ¿Te parece si nos vemos mañana a las dos en la cafetería más cercana?
Piensa unos segundos, me vuelve a mirar y asiente con una sonrisa.
Le correspondo, me doy vuelta y camino por el pasillo; miro hacia atrás y está ella recostada en el marco de la puerta mirándome, cuando se da cuenta que la veo, se entra y cierra la puerta rápidamente. Me río y entro al ascensor.
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EL ROJO ES MI TIEMPO
Science FictionNo recuerdo casi nada de mi vida, solo sé que ahora debo viajar: y no precisamente en avión.