Minho conoce a Minjeong primero. No es un momento memorable, tampoco es la graciosa escena de brillitos adornando su primer encuentro, se trata más de la vergonzosa experiencia sobre ser pillado in fraganti. Ciertamente no es algo que le cause orgullo mencionar, especialmente por la exagerada reacción que había tomado posesión de su cuerpo en ese entonces, llevándolo a estrellar la perfecta careta de la niñita mimada contra su bolsa de compras, olvidando la cantidad innecesaria de fideos instantáneos que traía. Si Minjeong le gruñó uno que otro insulto, realmente no lo recuerda.
La segunda vez que se volvieron a topar, Minho juró enamorarse un poquito de ella. Kim Minjeong, Jjeong-i para sus amigas más cercanas, se abalanzó como un leopardo sobre los chicos que lo acosaban, defendiendo la honra de un completo extraño que se arrincona mirando todo desde lejos. Por meses lo habían molestado, ya sea escondiendo sus zapatos en botes de basura, robándole los plumones de la cartuchera, o acusándole de robar objetos que misteriosamente aparecían dentro de su mochila. En casa, su madre le prestaba la poca atención que una maestra de preparatoria podría prestarle a su hijo de secundaria, minimizando sus palabras con bufidos exasperados y regaños. Al principio lo soportó, pero cuando las burlas tomaron forma física, la escuela se volvió un infierno.
Hasta ese día. El día en que Kim Minjeong, con su corte de cabello ñoño y los lentes desquebrajados, le permitió observar el cielo azul sin la maraña de niebla que siempre le azotaba.
"¿Sabes? Deberías juntarte conmigo", le dijo minutos después de que los malhechores salieron corriendo a quién sabe dónde. "Si esos idiotas quieren seguir molestándote, bien puedo reunir a la pandilla y pegarles un buen susto, ¿qué te parece?", terminó sus divagaciones con pánico, viendo cómo el muchachito que rescató se echaba a llorar como si no hubiese un mañana.
Si bien Minho consideró su propuesta, la idea de balanceó por su cabeza largos días. Evitando a la niña en la escuela, se dio cuenta de lo lamentable que era su personalidad. ¿Por qué trataba a su salvadora como leste? ¿Dónde estaba el agradecimiento que debía darle? ¿Tan malagradecido era? Definitivamente sus acosadores tenían razón para hacerle la vida imposible, pues una basura así no se merecía más que los malos tratos y el señalamiento de todos.
Durante dos semanas, nadie se atrevió a siquiera decirle una palabra. ¿La razón? Probablemente los implicados de ese día corrieron la voz sobre su defensora, lo que lo hizo sentirse mucho peor. ¿Hasta cuándo se valdría de la imagen de esa niña?
Fue así que reunió todo su coraje para irle a ver a su salón.
ㅡ¿Kim Minjeong? ㅡun niño bonito lo recibió en la puerta, sonriéndole amistosamenteㅡ. Sí, aquí se encuentra, ¿quieres que la llame?
Minho asintió con nerviosismo, estirándose un poco para observar dentro del salón. El niño, que se llamaba Baekhyun, gritó a todo pulmón el nombre de la susodicha, trayendo consigo las miradas de todos los demás alumnos que se encontraban dentro. Debido a su creciente ansiedad social, la presión de Minho casi se desploma al verse siendo el objeto de atención bajo muchos pares de ojos. Minjeong, bendita sea por tener un complejo de heroína, se levantó velozmente de su asiento, casi estrellándose con él contra la puerta. Años después, descubriría que detrás de la joven castaña, había una linda niñita de piel lechosa que les miraba con oscuridad y un poco de miedo.
ESTÁS LEYENDO
❛❛𝙻𝙰𝚂 𝙰𝙼𝙸𝙶𝙰𝚂 𝙽𝙾 𝙷𝙰𝙲𝙴𝙽 𝙴𝚂𝙾❜❜ ㅡWinrina.
Fanfiction[ 𝐋𝐀𝐍𝐇𝐄 ] ━━ ❛❛Minjeong puede estar un poquito enamorada de Jimin, quizá el mínimo porcentaje posible para alguien casi heterosexual hasta la médula, después de todo, las amigas no hacen lo que ellas hicieron... ¿Verdad?❜❜ ┋© Esta es una adapta...