-Mi Pequeño Omega-

XI

-MITSUYA-

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-Bonus 3-

El destino es una mierda, un enlace que te obliga a querer, necesitar y amar a una persona la cual no tienes ni la mayor idea si es alguien que te puede gustar o atraer realmente sin el aroma predominante o glándula de atracción. ¿Solo tienes que confiar en tu instinto? ¿Acaso no tienes voz?

Lo odiaba tanto pero odiaba mas que mi primer amor infantil creyera tan ilusionado en aquella "alma gemela" que esperaba por ti.

Siempre me gusto mi amigo de la infancia. Era tan atento, gentil, inocente y todo un caballero a pesar de que lo intente lo mas que podía nunca capto mis indirectas y solo termino en un amor no correspondido de infancia, tierno y sin dolor. Estaba bien, al final mi Alfa de la infancia me hizo creer en el destino, en la falsa ilusión de que había alguien esperando por ti que te aceptaría con tus cosas buenas y malas, un lindo y hermoso cuento de hadas.

"Un hogar"

Conocí a Taiju Shiba cuando era un voluntario que ayudaba a personas a controlar su ira y/o problemas personales, el quería ser mejor hermano, mejor jefe de familia ya que es el mayor y es un Alfa, están solos en su pequeña manada. Era una persona excéntrica, explosiva y muy altanera, pero bajo todo ese manto de protección también había una persona incomprendida, insegura y con muchas ganas de ser amado. No pude evitarlo, quería estar ahí para el, tanto así que se des dibujo la línea entre nuestra relación de amigos cercanos a amantes...

Con el tuve mi primera vez. Ignorando el echo de que el ya tenia un compañero y que estaba marcado. Ignoramos y nos vendamos los ojos hacia el destino. Con el me sentía protegido y comprendido su olor me embriagaba e hipnotizaba casi como si el fuera mi destinado, pero sabia que no era así.

Draken estaba feliz por mi, al fin estaba feliz con alguien que me amaba y que me respetaba, el realmente creía todo lo que yo le decía. Nunca supo que el abandono a su destino por mi. Si lo supiera estaría muy decepcionado, sobre todo por estar feliz de que el Alfa ahora era todo mío y seria todo mío ya que nadie mas lo podría marcar al no tener glándula. Solo le quedaría yo.

Eso pensaba...

-Ellos son mis hermanos Yuzuha Shiba y Hakkai Shiba, Beta y Alfa- Cuando me presento a su familia lo sentí. El nerviosismo, el sudor frío corriendo por mi espina dorsal llegando a sensibilizar cada poro de mi cuerpo. Su suave y casi inexistente olor a Albahaca Llego a mi sistema recorriendo sin decoro toda parte de mi, lo sentía en mi cuerpo, casi tocándome a pesar de que ni siquiera estaba a un paso de mi. Un anhelo.

Se que el también lo sintió por como abrió sus ojos y esquivo mi mirada solo dijo un gusto y fue todo lo que hablo en aquella tarde.

Todo se comenzó a caer como un castillo de arena.

-¿Qué te crees?- le grito a Taiju. Mientras lo empujo a la otra pared del pasillo, mi instinto me hace sisear y gruñir cuando el gran Alfa se acerca, no le importa mis sentimientos ni la culpa que siento en el fondo, solo le importa complacerse.

-¿Qué me creo? Eres mi Omega, lo normal es que quiera pasar mi celo contigo-me gruñe devuelta

-No te da derecho a obligarme-Me abrazo como si me refugiara, como si tuviera miedo de Taiju -Te dije que no quiero que me toques y vas y me tocas-

-Que mierda-un suspiro cansado sale de sus labios -Mitsuya, solo te arrincone para besarte deja de andar a la defensiva-

-No estoy a la defensiva-Se que estoy siendo irracional y egoísta pero no me importa -Dije que no quería compartir nuestros celos-