Todo en su mundo era trabajo, alguna salida de una noche con alguna mujer y de nuevo trabajo; un hombre con un gran ego y estricto al parecer, el lo llamaba ser profecional. A su edad había conseguido todo su éxito, bloqueando toda relación familiar...
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La presión en sus hombros se cargó aún más. Trato de respirar hondo y calmarse para pensar en algo, era inteligente, debía demostrar ser inteligente.
– Señor Oh, su empresa está casi en la ruina, si usted vende con nosotros...
– Si usted no puede prometer algo que no está a su alcance entonces, solo son intermediarios, trataré directo con empresas Lee, pueden retirarse.
– ¿Qué? – dijo ahora ya en pánico total, perdiendo dos contratos a la vez, podría estar arruinado.
– No le venderé a ustedes.
– Pero...
– Pueden retirarse.
No era mentira, Jungkook quiso llorar, en verdad no estaba preparado para la vida real.
Taehyung se puso de pie y Jungkook se asustó aún más, ¿Lo dejaría todo así?
Kim siempre supo que traerlo no sería buena idea, estaba arruinado, pero podría reclamar con más fuerza que él siempre estuvo en lo correcto y los demás no, incluso dio instrucciones y el joven las ignoro, era perfecto para librarse de él.
– Señor Kim – le llamo Jungkook.
Fue un grave error para Taehyung el mirarlo. Los asustados ojos de Jungkook le miraban suplicante, lucia tan pequeño ante su mirada, Taehyung podría soltar una risa por lo tierno que se veía ahora, si no estuviera enojado, claro.
Bufo rodando los ojos. – Nos retiramos, si bien como dice somos intermediarios, pero tiene enfrente a dos excelentes relacionistas, incluso con conocimiento en mercadología, somos asesores y podemos hacer que los tratos sean lo más justos posibles, pero usted prefiere ir a la boca del lobo sin ningún conocimiento previo, incluso corre riesgo que aquello salga peor. Pero, el dueño es usted.
Le hizo una seña a Jeon para que se pusiera de pie. El chico a su pesar recogió sus cosas yendo al lado de Kim.
Oh tuvo que pensarlo un par de veces en unos segundos. – Esperen... – hablo, provocando una sonrisa de victoria en Taehyung – ¿Puedo pensarlo unos días?
– Tenemos que viajar mañana.
– A decir verdad, prefiero vender con ustedes, pero debo consultarlo con mi familia y mis accionistas.
Taehyung asintió con tal seriedad – Estemos en contacto.
Ambos salieron de oficina después de esto. Los pasos del mayor se hicieron más rápidos, tratando de salir lo antes posible de la empresa, con Jungkook tratando de seguirle el paso, su respiración pesada le dio a entender a Jeon que Kim estaba furioso y era su culpa.
Estaba tan decepcionado de sí mismo.
– Lo lamento – Dijo tratando de no mostrar el pesar en su voz. Pero Taehyung no respondía, hervía de enojo. Llegó al auto buscando las llaves para abrir la puerta.
