Todo en su mundo era trabajo, alguna salida de una noche con alguna mujer y de nuevo trabajo; un hombre con un gran ego y estricto al parecer, el lo llamaba ser profecional. A su edad había conseguido todo su éxito, bloqueando toda relación familiar...
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Al término de su siguiente visita a las empresas Kwangjin Corp, Jungkook y Taehyung subieron al auto que habían rentado. Hoy el ambiente entre ambos era claramente distinto al de ayer, la conversación fluía entre ellos mientras recorrían el camino al hotel en el que se hospedaban, ninguno se sentía incomodo con la presencia del otro, si no todo lo contrario.
–Después de Busan, solo nos quedan unos puntos más, creo que terminamos – comentó Kim con un dejo de alivio en su voz.
–¿Volveremos? – preguntó Jungkook con curiosidad, no se imaginaba que haya pasado ya el tiempo del viaje. Fue tan rápido, pero también con tantos sucesos.
–Afortunadamente– respondió con una sonrisa.
–Qué bien, viajar es agotador– señaló Jungkook con una risa y exhalo cansado.
–¡Ahora estás de acuerdo! Por eso me rehusaba a esto– replicó Kim, recordando a Jeon replicar del comportamiento inicial de Taehyung sobre el viaje.
–Dijo que lo hice cambiar de parecer– se señaló al mayor en su defensa a lo que Taehyung movió la cabeza en negación con una sonrisa.
–Es distinto cuando la compañía es buena– respondió Kim sin más.
Jungkook había quedado sin palabras, se sintió encogerse en el asiento y sus mejillas comenzar a calentarse. Las palabras dejaron un cálido nudo en el pecho del contrario.
Se sintió inquieto, pero a la vez reconfortado por la conexión que compartían ahora. Una sensación de calidez lo envolvía mientras intercambiaban sonrisas.
Finalmente, llegaron al hotel tras una tranquila charla que continuo entre ambos, se dirigieron a sus habitaciones para descansar del día agotador que tuvieron en la visita a la empresa Kwangjin Corp.
–Descansa, mañana tenemos otro viaje, es dentro de Busan, pero más lejano al hotel– dijo Taehyung con un tono suave.
–Estoy recorriendo el país y no de la manera que esperaba.
–Bueno, lo harás. Prometiste traerme a Busan de vacaciones– recordó Taehyung con un guiño travieso, provocando otro sonrojo por parte de Jungkook que ni el mismo esperaba.
Una vez solo en su habitación, Jungkook se sintió abrumado por la emoción. Su pecho latía con fuerza, el recuerdo de todo lo compartido con Taehyung llenaba su mente, aún era fresco y parecía querer golpearle a cada momento. Encerrado en la habitación, soltó una queja por seguir con todo ello y es que por mas que se dijera alejar de esos pensamientos, seguía volviendo a ellos, cuando estaba a su lado todo lo planteado quedaba atrás, solo se dejaba llevar, olvidando que estaba mal.
No quería reconocerlo, pero estaba pasando y lo sabía, por ello que estaba tan asustado. Estaba sintiéndose atraído hacia Kim, hacia Kim Taehyung.
Jungkook se cambió de ropa para dormir más cómodo, aun con pensamientos ocurrentes en la cabeza, decidió que quizás un poco de sueño lo ayudaría a calmarse, pero por favor, necesitaba tanto de un consejo ahora. Tomó su celular, encontrando varias llamadas perdidas de Park Jimin. Decidió devolver la llamada, y al contestar, Jimin le recibió con un grito de su nombre.
