Todo en su mundo era trabajo, alguna salida de una noche con alguna mujer y de nuevo trabajo; un hombre con un gran ego y estricto al parecer, el lo llamaba ser profecional. A su edad había conseguido todo su éxito, bloqueando toda relación familiar...
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Jungkook despertó con un dolor de cabeza palpitante, lamentando los excesos de la noche anterior. A su lado, encontró unas pastillas para el dolor, un recordatorio silencioso de sus acciones bajo la influencia del alcohol. La vergüenza lo invadió al recordar las palabras incoherentes que había estado pronunciado, especialmente frente a Kim. Soltó un chillido
– No debiste beber, hoy es tu prueba – reprendió Taehyung al entrar a la habitación, con una mirada seria pero comprensiva.
Jungkook se sintió aún más avergonzado al escuchar las palabras de Kim, sabiendo tenía razón.
– Lo siento – murmuró, sintiendo el peso de su propia imprudencia.
– Lo dijiste anoche, lo dices siempre – agrego Taehyung acercándole el vaso de agua y una pastilla.
Jungkook asintió y tomó la pastilla, agradecido por la oportunidad de aliviar su dolor de cabeza.
– Ven, te enseñare – señalo Taehyung – La prueba es en línea, ese es mi estilo.
Lo siguió hasta el balcón, donde se encontraba un desayuno preparado. El gesto amable de Taehyung lo hizo sonreír tímidamente, sintiéndose agradecido por su cuidado.
Sentados juntos, compartieron un momento de calma, Jungkook observo por un instante a Kim, Taehyung irradiaba una elegancia distinta ese día, no lo confundan, el siempre denotaba una belleza elegante, pero hoy se veía más en calma y confiado; no dejaba de sorprenderlo y esta nueva postura del mayor le hizo sentir incluso más inquieto que otras veces, aun que ahora estaba arreglando unas cosas en la laptop, por momento elevaba la mirada a él que incluso hacia que Jeon dejase de masticar, fueron unas cinco veces y en un par de ellas le sonrió; Jungkook no sabía que pasaba con él, pero su pecho cosquilleaba.
Taehyung se sentía reconfortado por la presencia de Jungkook a su lado. La cercanía física entre ambos creaba una atmósfera íntima y acogedora, ante su percepción. Lo vio levantarse e ir al baño, solo entonces dejo escapar el aire en sus pulmones. Miro la pantalla de la laptop, la sala estaba creada en espera. Sus manos picaban, deseaba que lo hiciera bien, ya no solo por él, si no por Jungkook, mas por Jungkook.
Jeon salió del baño con una camisa blanca y un saco azul marino, aun llevaba los pantalones de dormir, aquello hizo a Taehyung reír bajo. Se mantuvo mirándolo mientras acomodaba su cabello e hidrataba sus labios, al terminar volvió corriendo a Kim con una amplia sonrisa, ante el parecer de Kim, Jungkook no necesitaba de tanto para verse bien, incluso hace unos minutos en el que recién despertaba, lucia adorable, se había vuelto constante el ir destacando su belleza natural y su encanto innegable, pero no había como no hacerlo. Taehyung se perdía en la suavidad de sus rasgos y la expresión de sus ojos. Taehyung se permitía disfrutar plenamente de la compañía. Sin embargo y apartaba ocasionalmente la mirada, concentrado en la tarea que tenían por delante: ayudar a Jungkook con su prueba de trabajo.
