Todo en su mundo era trabajo, alguna salida de una noche con alguna mujer y de nuevo trabajo; un hombre con un gran ego y estricto al parecer, el lo llamaba ser profecional. A su edad había conseguido todo su éxito, bloqueando toda relación familiar...
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—¿Qué está haciendo?
Kim lo había empujado dentro del baño sin razón alguna, había cerrado la puerta con seguro y lo tenía ahí sin salida.
—¿Qué necesitas? —Pregunto dando pasos más cerca de Jeon, mismos que el fue retrocediendo.
—¿De que habla?
— Para convencerte ¿Qué necesitas? ¿Lo grito? ¿Me arrodillo? ¿Monto un espectáculo solo para ti? ¿Qué necesitas para demostrarte que enserio, enserio me gustas?
— Yo... — Jungkook se detuvo desviando la mirada al lavamanos —solo que lo me lo diga.
Kim le tomo el rostro para hacerlo mirarlo de frente. — Me gustas, estoy perdido en ti, todo mi mundo giro con tu sola presencia y eso, me encanta.
— Señor...
— No solo quiero un momento contigo, quiero todos los momentos contigo.
Lo beso, sin esperar algún comentario extra solo unió sus labios. Con las manos en el rostro de Jungkook fue besándolo con profundidad, el chico le correspondió al instante sujetándose de los brazos de Kim.
— Usted igual me gusta, me gusta demasiado.
Ambos se miraron a pocos centímetros con una sonrisa antes de volver a juntar sus labios en un beso más desesperado, mordisqueándose levante los labios. Un pequeño gemido escapo de los labios de Jeon al sentir a Taehyung descender sus manos y tocar su cintura a gusto, cerrando los dedos en ella antes de impulsarlo para que se sentara sobre el lavamanos. Al instante abrió sus piernas para que Kim se situará entre ellas.
— Ahhm — gimió al sentir juntar sus pelvis — Estamos en el baño del Tren.
— Increíble ¿no? — descendió sus besos al cuello del chico.
Jungkook no se evita disfrutar los besos de Taehyung, tiro la cabeza hacia atrás dejándolo recorrer su piel. Las manos de Kim en su cintura se movían en caricias que poco a poco sacaron la camisa de Jeon de su pantalón y colarse en su lugar, sin dejar de repartir suaves secciones en el cuello de Jungkook fue adentrando sus manos hasta la creciente erección del más joven, un suave toque que le hizo dar un pequeño brinco cuando el mayor ya se hallaba acariciándolo.
— Taehyung, deténgase... — reprimió un nuevo gimiendo tras morderse los labios, sus manos se habían hecho puños en el saco de Kim.
— ¿Detenerme? Pero si tú mismo estas moviendo las caderas a mi compás — le dijo con esa voz grabe; lo miro a los ojos y sin apartarlos abrió los pantalones del chico, su respiración fue pensando, las manos de Kim de nuevo lo tomaron para comenzar a masturbarlo sobre tela. Jungkook se deshizo en gemidos sosteniéndose con fuerza de los hombros de Taehyung; si, Kim tenía razón, el mismo movía sus caderas para Taehyung, el mismo doblaba la espalda y enrollada las piernas en busca de más contacto. Sus ojos se cerraron con fuerza ante el placer que le daba Taehyung mientras sus gemidos eran imposibles de detener, odiaba la estorbosa tela ahora, quería sentirlo sobre su piel.
