Todo en su mundo era trabajo, alguna salida de una noche con alguna mujer y de nuevo trabajo; un hombre con un gran ego y estricto al parecer, el lo llamaba ser profecional. A su edad había conseguido todo su éxito, bloqueando toda relación familiar...
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Jungkook y Taehyung salieron de la empresa, sus rostros aun reflejaban la emoción del reciente éxito. Un automóvil llegó y se detuvo frente a ellos. El encargado bajo y les entregó las llaves.
— ¿Qué es esto? —preguntó Jungkook.
— Lo rente. Es nuestro último día de viaje juntos, no hay más por hacer, es nuestro —respondió Taehyung, sonriendo. Ambos sonrieron.
— ¿A dónde vamos? —preguntó Jungkook, con curiosidad. — Veremos la cuidad.
Subieron al auto y comenzaron a recorrer la ciudad. El viento fresco acariciaba sus rostros, mientras el paisaje urbano se desplegaba a su alrededor. Taehyung miraba de reojo a Jungkook, notando lo hermoso que se veía con la brisa moviendo su cabello. Recordó la primera vez que lo vio, entrando a la sala de juntas de la empresa. En ese momento, había sido solo un joven pasante, pero ahora, significaba mucho más para él.
— Oh, ¿Qué hay ahí? —exclamó Jungkook, señalando algo con entusiasmo.
Taehyung detuvo el auto y estacionó. Jungkook bajó emocionado y tiró de Taehyung como un niño ansioso por explorar.
Frente a ellos, un grupo de personas realizaba bailes típicos, llenando el aire con música y alegría.
— Que hermoso — dijo Jungkook, fascinado por el espectáculo.
Taehyung lo miró con ternura y susurró — Lo eres.
Jungkook se giró y sonrió, su corazón latió rápido. Los dos se adentraron en la atmósfera festiva de la multitud, varias personas aplaudían al compás de la música, riendo mientras disfrutaban el espectáculo. En un momento, varios de los bailarines integraban a sus espectadores al baile de forma libre, en un parpadeo todos parecían bailar entre risas.
Una mujer mayor tomó del brazo a Jungkook y lo llevó al centro de la pista con ella. Con una sonrisa alentadora, ella comenzó a bailar, Jungkook, riendo, trató de imitar sus movimientos. Taehyung no pudo contener la risa al ver a Jungkook moverse con torpeza, pero en pocos segundos ya tenía claro que pasos seguir, así que decidió capturar el momento con la cámara de su teléfono, riendo mientras tomaba las fotos.
No pasó mucho tiempo antes de que las personas del grupo notaran a Taehyung. Varias de ellas se acercaron, lo rodearon y, con risas y gestos amables, lo invitaron a unirse a la danza, Taehyung solo quería decir no, no era de él este tipo de cosas; a su costado llego una risa, era Jungkook parecía divertirse, que no supo decir no para alejarse de todo revuelo. La mujer mayor juguetonamente coloco una corona de flores en la cabeza de Jeon que las mejillas del chico se volvieron rojas.
Jungkook lucía hermoso, con una corona de flores en su cabello y una sonrisa radiante en su rostro. Mientras bailaba, su corazón latía con fuerza, no solo por la actividad física, sino también por lo divertido que se la estaba pasando en ese momento junto a Kim. Taehyung, por su parte, no podía apartar los ojos de Jungkook, sintiendo una calidez en su pecho al ver lo feliz y radiante que estaba.
