Todo en su mundo era trabajo, alguna salida de una noche con alguna mujer y de nuevo trabajo; un hombre con un gran ego y estricto al parecer, el lo llamaba ser profecional. A su edad había conseguido todo su éxito, bloqueando toda relación familiar...
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Dos días habían transcurrido desde que Taehyung notó la extraña conducta de Jungkook, quien se había vuelto más callado y serio, distanciándose de la alegría que se le notaba común.
Por su parte, Jungkook parecía absorto en sus pensamientos, evitando cualquier interacción con su exnovio BonKuk, lo que añadía un peso adicional a la carga emocional que llevaba consigo.
– Mi contrato puede ser por cinco años, pero quiero que se cancele si su proyecto no tiene las regalías que ofrece –dijo la señora Jian, una mujer de unos cincuenta años y aspecto respetable.
– Seré sincero, en el contrato no está garantizado eso, pero lo que si lo está es el éxito de esto, ¿Usted nos conoce señora Jian?, Jeon – Extendió su mano hacia el chico. Taehyung intentó llamar la atención de Jungkook, quien parecía estar en otro mundo. – Jungkook– llamo con más fuerza, despertó de sus pensamientos sin saber que pasa, miro al señor Kim tensar la mandíbula y tomar la carpeta de sus manos para entregar a la señora – Como puede ver aquí, somos muy reconocidos en Seúl, nuestra reputación está en altos niveles, eso nos garantiza ser aceptados en esto lugares – Sonrió a ella antes de echarle una mirada a Jungkook – ¿puedes explicarle a la señora Jian tu estrategia?
– Claro – Murmuro el joven. La situación se tornó incómoda cuando su distracción y torpeza solo sirvieron para empeorar las cosas, había dejado caer un par de carpetas esparciéndose por el suelo y mesa algunos papeles.
Taehyung estaba tratando de mantener la compostura y salvar la situación, tomó la iniciativa de presentar la estrategia de la empresa. Sin embargo, Jungkook parecía estar a la deriva, lo que provocó una mirada de desconcierto por parte de Kim.
– Bueno, igual aquí esta plateada cada cláusula usted puede hallarlas perfectamente especificadas y así convencerse de lo que digo y que no habrá fallos.
Jungkook le entrego unos documentos con las cláusulas estipuladas, ella la tomó y leyó detenidamente. Mientras tanto, casi de reojo se atrevió a mirar a Kim, este lo miraba con las cejas fruncidas, estaba extrañado por el comportamiento distraído de Jungkook.
– Tomaré mi tiempo para presentarlo ante mi junta directiva, si accedo, les haré llegar mis documentos con mi firma.
Claramente se estaba despidiendo, ellos supieron que era hora de marchar.
– Claro señora Jian, un placer poder hablar con usted – se despidió Taehyung siendo educado.
– El placer es mío – tomó mano a Kim despidiéndose de él y luego de Jungkook de la misma manera, aunque el chico aún se veia algo aturdido. La señora Jian, al percatarse de la situación, expresó su preocupación – Vaya chico no te vez bien. Descansa un poco, Kim, no deberían exigirle mucho sus empleados.
– Lamentamos esto, señora Jian. Con su permiso – se disculpó apenado.
Apenas salieron de las empresas, Taehyung soltó un gruñido, no pudo contener su frustración y enojo hacia Jungkook.
