Seis

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CAPÍTULO 6
“UN ÁPICE DE ESPERANZA”

Me pasé una semana registrando minuciosamente las bibliotecas cercanas de la ciudad con la esperanza de encontrar alguna copia del libro o alguno parecido pero mis búsquedas fueron en vano. Con todo y eso no me daría por vencida, encontraría la manera de arreglar las cosas a cualquier costo, entendería lo que pasó y volvería a mi vida normal y feliz.

Dentro de poco harían dos años desde que de alguna forma cambié de realidad al otro plano o lo que fuera que hubiese pasado. Y eso era bastante tiempo, muchas cosas pueden haber pasado con mi otro yo y eso me preocupaba más de lo que debería. Puede que para otros no fuese nada pero yo estaba conciente de la gravedad del asunto.

Sólo me faltaba revisar una biblioteca en la ciudad y era la de mi universidad.

Esperé a que la escuela terminase para que se me hiciera más fácil el trabajo y no tener que ser tan cuidadosa a causa de los dolores de cabeza que me daban si alguien me veía y tal. Así que cuando la universidad cerró en la tarde fue que yo entré y me fue más fácil de lo que pensaba, solo tuve que romper una ventana de cristal y se hizo la magia, entré sin dificultad, extrañamente ni siquiera habían alarmas. Encendí las luces y allí me pasé toda la noche. Rebuscando entre un montón de libros. Sabía que esto no sería cosa de un día, tendría que venir como dos veces más para lograr revisar todo.

Torpe como soy, me quedé dormida contra un estante y ni siquiera había revisado un tercio de biblioteca.

Esos tres días me importó poco mis dolores de cabeza y los daños mentales que les causaría a muchas personas, no salí de la biblioteca en ningún momento, solo para necesidades primaria y la comida se la robaba a los estudiantes. Mi búsqueda tuvo éxito esta vez. Encontré entré los últimos y olvidados estantes, un polvoso libro llamado "Multiuniversos".

Pero luego de pasarme casi seis horas leyéndolo terminé más confundida de lo que ya estaba, si el anterior hablaba sobre plano astral, divisiones y portales este hablaba sobre múltiples universos en dónde existían otros dobles de cada persona, un yo paralelo o algo así. Y no entendía casi nada la verdad. Y no parecía para nada creíble.

De momento me vino un recuerdo.

Recordé al tipo del cementerio que me asustó. El me había notado, quizás el sabía algo si no era que lo había imaginado.

¿Como se me había pasado algo tan importante como eso?

¿Cómo podía haberlo olvidado tan rápido?

Podrían haber sido ideas mías, pero igual no perdía nada si iba a verlo. Miré por la ventana y más para mi desgracia estaba oscureciendo. ¿El mundo estaba en mi contra o qué? Ignoraría eso e iría lo más rápido posible, cada segundo valía oro, no había tiempo que perder. No pude llevarme el libro porque pesaba demasiado pero lo oculte entre un montón para por si lo necesitaba venir a buscar.

Tarde solo unos veinte minutos en llegar al dichoso cementerio y entré pero esta vez le puse una roca a una parte del portón sujetándolo para que no se cerrase y no hubiese coincidencia. Me adentré y tal como esperaba el tipo estaba acostado cómodamente encima de una lápida contemplando el cielo. Apretando los puños a mis costados me digne en hablar, aún estando lo suficientemente lejos para poder salir corriendo si algo pasase.

—H-hola —traté de decir pero me salió una especie de balbuceo, eso servía, era suficiente.

Estaba más nerviosa de lo que pensaba pero era la primera vez en tanto tiempo que me dignaba en hablarle a algún ser humano. Y como imaginé no se inmutó.

—No se para que hago esto, ya se que nadie es capaz de verme —me resoplé a mi misma en voz alta y me di media vuelta dirigiéndome hacia la salida.

Intersección [En Curso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora