Extra 28: Henry y Eloise Basset

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París, Francia
Empresa de Gabriel's
En la tarde

Eloise se encontraba en la empresa Gabriel's para poder trabajar en los artículos de moda luego del gran éxito del desfile de modas de ayer en la noche.

Ella tenía que admitirse a sí misma que su trabajo era desafiante, pero le gustaba. A pesar de tener el apoyo del señor Agreste y haberse casado con Henry Basset el hermano del Duque de Borgoña, el noble más rico de Francia había trabajado duro para poder tener el puesto que ocupaba en esa empresa.

Su esposo Henry al no ser el heredero del título del ducado pudo tener más libertad de elegir qué hacer con su vida y decidió hacerlo en inversiones y un club de ocio para personas de la alta sociedad qué era muy lucrativo.

Su vida era buena y no podía quejarse de ello. Antes era una niña huérfana de madre con una hermana mayor que trabajaba casi todo el día sin muchas perspectivas de futuro a ser la esposa de un noble, tener de cuñado a un diseñador de modas famoso, amigos, un esposo que la amaba y al que amaba además de una familia amorosa.

Había empezado a salir con un modelo que resultó ser un cretino y al final conoció a Henry Basset del qué se enamoró y tuvo a sus hijos: Esmee (8 años), Adrien (7 años), Marianne (5 años), Annemarie (5 años) y Edmund (3 años).

Era curioso como sus hijos varones tenían su pelo rubio y los ojos grises mientras las niñas tenían el pelo casi rubio de su padre con los ojos azules. En pocas palabras sus hijos eran adorables y su razón para empezar cada día, sobre todo en los días difíciles.

Continuo con su trabajo escribiendo los artículos y colocando las imágenes necesarias para que el fin de semana pudiera salir de nuevo un nuevo volumen de la revista Le Moda.

Al cabo de unas horas por fin su trabajo estuvo listo y pudo ir a su hogar. Después de todo la familia estaría muy ocupada arreglandose para poder ir al cumpleaños de su suegra la Duquesa viuda de Borgoña en el parque LeRoyal con otros miembros de la nobleza o de la alta sociedad.

Ya en la noche todos ellos estaban listos. Las niñas con vestidos de distintos colores mientras sus hijos con trajes qué tenían distintas corbatas. En el caso de ella llevaba un vestido de terciopelo azul de la nueva colección de su amiga Kate Agreste qué la hacía destacar y su esposo también llevaba un traje con corbata negra.

- Se ven todos maravillosos... Es momento de irnos. - Le dijo Henry a su familia.

Eloise sonrió a su esposo y ambos les dijeron a sus hijos que era el momento de irse a la celebración.

En el momento en el que la familia llegó al LeRoyal ya se encontraban las familias de Abigail, Kate, Isabelle, Chloe, Esmee, Lady Anne entre otras familias nobles e importantes de Francia. No era para menos pues no todas las noches cumplía años una mujer de alto abolengo.

Se sentó en una mesa con toda su familia y luego fue a ver a sus amigas Abby y Kate para poder charlar un poco sin la presencia de sus hijos.

- Es impresionante que ustedes dos han pasado a ser hermanas de verdad y yo soy de una familia completamente diferente. - Les dijo Kate.

Aquello era verdad ya que en las fiestas familiares Kate nunca estaría con ellas. La única razón por la que estaba ahí tanto ella cómo Chloe era por el hecho de ser amigos de la familia.

- Cierto, pero eso no cambia que nosotras tres seamos amigas y que siempre vamos a serlo. - Les dice Abby.

Ella era la más dulce y cariñosa, Kate la más diplomática y creativa mientras que ella era más estudiosa y centrada. Las personalidades de ellas eran distintas así cómo sus colores favoritos, pero se querían mucho y siempre lo harían.

Platicaron poco tiempo ya que Kate tuvo que auxiliar a Adrien con los gemelos, Abby tuvo que buscar a su marido por algún asunto del que no se enteró y ella también tuvo que ir a ver su propia familia.

Definitivamente todo había cambiado... Atrás había quedado el tiempo en el que las tres estaban en la terraza del hotel Le Grand París o en el restaurante del lugar para pasar tiempo juntas. Todas se había casado con hombres maravillosos y habían tenido hijos delos cuales sentirse orgullosas.

Pasaron algunas horas en la fiesta en la cual habló con sus otras cuñadas Belle y Anne sobre varios temas familiares que tenían pendientes además de saber en donde iban a pasar las vacaciones cada una de ellas.

De repente la Duquesa Marie de Borgoña hizo sonar su copa para poder empezar a dar su discurso de agradecimiento.

"Muchas gracias familiares y amigos por haber asistido a mi cumpleaños.. No les diré el número porque ya saben que es de mala educación qué lo diga una dama.. Pero sobre todo quiero agradecer a mis nueras y mi hija por haber organizado todo esto y darme unos nietos maravillosos a los cuales amo con todo mi corazón y agradezco a la vida por dejarme vivir este momento".

Toda la gente aplaudió y ella pudo observar cómo Chloe Bourgeois e Isabelle Riveau mostraban su apoyo a Philip pues era sabido por todos que el antiguo Duque de Orleans nunca llegó a conocer a sus nietos debido a que la enfermedad lo venció. Era algo muy doloroso para los tres.

Minutos después vio cómo esa familia se había recuperado y brindaban por la Duquesa Viuda. Estuvieron un poco más de tiempo hasta que decidieron qué había llegado el momento de despedirse de todos.

Ellos también hicieron lo mismo pasadas algunas horas. Al llegar a su hogar Eloise se aseguró de que los niños durmieran bien y cuando estuvo a solas en la habitación con su marido este se atrevió a hacerle una pregunta.

- ¿Por qué estabas triste durante el discurso de mi madre?. - Le dijo él.

Ella empezó a pensar las palabras antes de decirlo.

- Durante su discurso ella agradecía a la vida que le hubiera dejado conocer a todos sus nietos y yo no pude evitar observar cómo Chloe e Isabelle le mostraban apoyo a Philip porque su padre nunca pudo conocer a sus nietos y al ver eso no pude evitar recordar que mis padres tampoco vieron a ninguno de sus nietos o a sus hijas crecer y enamorarse de buenos hombres que ellos hubieran adorado de tener cómo yernos. - Le explicó.

Su esposo no dijo ninguna palabra y solamente la abrazó para luego darle un beso en los labios.

- Yo también a veces pienso en mi padre y que él tampoco vio crecer a sus hijos, ni conoció a sus nietos.. Sé lo que duele, pero te puedo asegurar que ellos nos miran y sonríen desde el cielo. - Le terminó de decir su esposo.

Y esa era una de las razones por las que le amaba porque siempre le entendía y no la juzgaba.

No había duda de que Eloise Claire Basset era una mujer muy afortunada al tener esa familia.

Amores Verdaderos. Miraculous Ladybug. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora