Irán

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Teheran, Irán
Barrio de Chitgar
Varios días después

Era de noche y todo se veía oscuro a pesar de la iluminación algo que podía ser una gran ventaja o desventaja dependiendo de la situación en la que se encontrará, pero Fei no tenía miedo porque finalmente había llegado a su meta.

Había sido algo complicado despedirse de todos para su "viaje de una semana quizá para ver a un viejo amigo de su padre" sobre todo con las chicas que apenas se estaban recuperando, Tian molestó por algo que ella no entendía, los demás tristes y a la vez felices de lo de ella con Kang.

Y Kang el cual le había dicho que la amaba y ella le había dicho que sentía algo por él y que cuando regresará de su viaje hablarían lo que todo el mundo comentaba que era una formalizacion de su relación. Fei no estaba segura de ello, pero seguramente este viaje le ayudaría a aclarar sus ideas sobre el tema.

Pero eso en estos momentos no era importante. Lo importante era encontrar a Anya y llevarla con sus demás amigas.

Por el momento las cosas iban muy bien ya que había llegado a las afueras de la capital, dormía en una cueva qué había encontrado para evitar los hoteles y por los alrededores había encontrado al jefe Abdul y a su banda muy felices de la vida con otras chicas sin ninguna pista de Anya.

Al acercarse un poco más se dio cuenta de que las mujeres eran las esposas de esos criminales y que los estaban atendiendo. Cada uno de ellos tenía cuatro esposas, pero su jefe tenía seis esposas siendo todas ellas de ese lugar.

Después de unos minutos se dio cuenta que iban con destino a su hogar qué era el barrio de Chitgar en dónde no había ley que los detuviera. Durante unos momentos contempló la posibilidad de emboscarlos ahí y hacer que le dijeran el pararedo de la chica, pero luego se lo pensó mejor y decidió esperar a que llegarán a su destino esperando encontrarla cómo sirvienta en la casa de alguno de ellos.

Luego de que llegarán a ese barrio no se decidió a atacar tan temprano ya que quería estudiar el terreno. Ver si había más rehenes qué pudiera rescatar o si ella estaba en algún otro lugar luego de haber sido usada hasta cansarse por ese hombre.

En todo este tiempo su único logro había sido el de conocer muy bien el lugar y saber que hacer en el momento de atacar ya que se encontraba sola. Tenía que ser muy cuidadosa y no mostrarse para nada ya que todos ahí eran iranies y si se mostraba tanto de forma heroica cómo civil llamaría mucho la atención.

Así que teniendo en cuenta todo eso al fin era el momento de llevar a cabo su plan y rescatar a la chica de una vez por todas. No podía retrasarse más en eso cuando su vida corría peligro.

El mejor momento para empezar eso fue cuando su sexta esposa y la más joven le llevó su cerveza antes de ir a dormir por lo que pudo comprobar que a pesar de ser islámico se ponía a beber.

En el momento en el que empezó a tomar solamente espero que estuviera dormido en su silla para llevárselo a la cueva para interrogarlo por el paradero de Anya. Fue muy difícil cargar con él, ser discreta al llevárselo a pesar de estar oscuro y atarlo para que no tuviera posibilidad de escapar cuando regresará en sí.

La cosa más complicada fue controlar sus emociones para lograr obtener respuestas. Pudo haberlo comenzado a golpear para obtener respuestas, pero en lugar de eso le arrojó una cubeta de agua fría que había conseguido.

Estaba furiosa con ese hombre, pero si quería respuestas tenía que controlarse.

- ¿Es una pesadilla acaso?. - Habló en Farsi algo desorientado.

Pero luego de un momento la reconoció y cambio su mirada de sorprendida a divertida y al idioma chino mandarín para que se entendieran ambos.

- Vaya... Ladydragon ha venido a conocer la antigua Persia y el actual Irán.... Espero que nuestra ciudad le haya parecido interesante, pero está muy lejos de casa y debería volver ahí lo antes posible. - Le dijo burlonamente antes de vomitar.

Era asqueroso, pero aguantaría un poco más por la chica.

- Me iré de aquí hasta que me digas donde está Anya la pobre chica que trajiste a este lugar. - Dijo seriamente Fei.

Al principio pareció no acordarse de quién le hablaba algo que le molestó mucho más, sin embargo, pareció acordarse de lo que le preguntaba para responderle con burla.

- Ah, la pelirroja... Estaba sirviendonos a todos en nuestro viaje, por eso la traje aparte de calentar la cama de todos por la noche, pero nuestras esposas estaban celosas a pesar de que era una criada incluso para ellas así que hubo qué poner a nuestras esposas en su lugar haciendo que vieran como todos la montabamos y entendieran qué esa cualquiera era la esclava de todos y ellas eran las reinas algo que las calmó y todo estuvo bien.... Pero desgraciadamente hace poco tiempo descubrimos qué esa chica quedó embarazada y ninguno de nosotros sabía quién era el padre de la criatura así que para no hacer peligrar la posición de ninguna de nuestras esposas ni la nuestra la vendimos a un hombre turco qué le gustó mucho así que cómo vez me deshice de mi error y gané un buen dinero. - Río muy satisfecho de que ella hubiera perdido.

Fei solamente estaba procesando el hecho de que había llegado demasiado tarde y ahora no podría encontrarla así que empezó a golpear al hombre para sentirse un poco mejor y ver si le decía el nombre de ese hombre rico turco para ir a buscarla, pero nada.

Con su boca llena de sangre por todos los golpes recibidos el hombre sonrió para poder tener la palabra final sobre ella.

- No recuerdo el nombre de ese hombre porque estaba borracho cuando hice el trato, pero te lo compensaré diciéndote el nombre de la persona que me envió a matar al maestro Wu por no darle lo que quería. - Le dijo antes de escupir sangre.

Fei aceptó oír ese nombre porque necesitaba saber la verdad de lo ocurrido en esos días.

- Tú lo conoces, lo conoce todo el mundo cómo un hombre intachable, pero aún así mira lo que le hizo a tu padre por cruzarse en su camino... Su nombre es Gabriel Agreste. - Terminó de decirle antes de desmayarse.

Fei lo dejó en su hogar para no levantar sospechas y luego fue a su cueva para poder llorar, gritar y expresar la furia qué sentía hacía ese hombre que la había estado ayudando a financiar su templo ¿Por qué? Para calmar su conciencia de todo lo que había hecho.

No tenía ni idea, pero ya que no iba a encontrar a Anya en Irán por haber tardado tanto en actuar solamente le quedaba ir a París para buscar a ese hombre y obtener respuestas por todo lo que había hecho.

Lo cierto es que no sabía que haría al tenerlo delante solamente que necesitaba encararlo y descubrir lo que había pasado en realidad. Ya no se iba a quedar en Irán, pero haría un nuevo viaje a París en busca de respuestas.

Amores Verdaderos. Miraculous Ladybug. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora