C a p í t u l o 13

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Veo mi reflejo en los espejos del ascensor.
Demonios, paresco un vagabundo comparada con las secretarias del edificio.

Arreglo mi cabello y los mechones de pelo que me incomodan, los controlo dejándolos detrás de mi oreja.

Me dejo de mirar justamente cuando las puertas se abren. Camino hasta la oficina de Emily.

"Toc, toc."
-Adelante.

Mis manos abren la puerta, entro y me encuentro con Emily sentada arriba de su escritorio, con un lindo vestido azul de un tono obscuro. Se ve bella, lo admito.

Su cabello rubio ahora cae sobre sus hombros, pero no sigue más largo, se lo había cortado de una manera sabía.

-Bienvenida pichón -Saluda sin moverce de su lugar.

-Hola Emily -Saludo de vuelta.

Tome asiento en un sillón al frente de ella, pero la chica no pierde esa postura tan relajada y cómoda en su escritorio.

-Sólo vengo por mi dinero, no creo que debamos perder más tiempo en este encuentro -Opino, pero ella niega.

-Equivocada, pichón -vuelve a repetir -. Necesito información, cual es tu plan, cuanto haz avanzado, que crees que siente él... ¡Por dios, dime algo!

Con un pequeño salto, baja de su escritorio y camina hasta su silla de cuero puro. Se sienta, entrelaza sus manos, y de pronto, se ha convertido en una gran empresaria.

-No se que decir -.admito. Me dejo caer en el sillón, y ahora soy yo la de la postura cómoda.

¿Qué debía decirle?

No le diría sobre mis sentimientos hacia Michael, eso era mío y solo mío, pero tampoco no podía no contarle nada. Para algo me estaría pagando.

Me encogí de hombros y sonreí de lado.

-La prensa cree que somos novios -. Explique tranquila.

-¡¿Qué la prensa que?! - Emily exclama algo enojada. Se levanta de su silla y se pasea por la habitación -. ¡¿Sabes lo que me costó que Michael aceptara, el hacer creer a la prensa que solo éramos amigos?! ¡Dios, como lo odio! ¡Llegas tú, sin nada de que llamar la atención, ¡y ya son novios!!

Noto sus celos en la forma de su hablar, pero no sabia que más hacer. ¡Yo no tenía la culpa de que le gustará a Michael!

-Vamos Emily, tu mereces algo mucho mejor que ese chico -trato de alegrarla porque sus gritos me irritan.

-No ¡Nadie me puede hacer esto a mí! -lloriquea.

-Emily - digo ya resignada -. no se que más puedo hacer para ayudarte, pero si me pagas ahora, podré ir y enamorar un poco más a Michael ¿Qué te parece? así le rompo más rápido el corazón.

Hablo como si estuviera hablando con una cría de cinco años, pero a Emily le encanta la idea. Con femeninos gestos busca su billetera y saca un grueso fardo de billetes. Sonríe y me los entrega.

-Gracias por entenderme -dice más tranquila.

Una rubia tonta. ¿Algo más malo me podía tocar?

-Ahora si quieres, te puedes retirar.

Y como si yo no existiese, de una forma bipolar, conecta sus audífonos a su Iphone, se los coloca en sus oídos y comienza a cantar Blank Spaces de Taylor Swift.

Parece que un ángel esta cantando, pero al mirarla, ese ángel esta caído del cielo, con alas sucias y mente maquiavelica.

-Está bien, me retiro -se que aún diciendo eso, no me escucha.

"Money for Love" |Michael Clifford y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora