C a p í t u l o 15

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Una semana después de esa cena, la relación con Michael había tenido un avance notorio. Niall hablaba un poco mejor del peliazul y lo aceptaba.

Emily estaba contenta.
Demaciado.
Las cosas iban tal cual ella había planeado.

Hoy era un día especial, tal vez no tanto para Michael, pero si para mí.
El pobre había caído en un resfriado grabe. Su fiebre llegaba a los cuarenta y se le hacía muy difícil el caminar. Así que por orden del manager, Michael debía quedarse en su propia casa y ahí es donde salía yo a escena.

Un enfermo, una enfermera.
La escena perfecta. Además de que desde hace mucho tiempo sentía que debía estar a solas con él.

Baje del taxi y camine hasta la puerta de la casa de Michael. Era el doble de grande de lo que pensaba y eso que ya la imaginaba grande.

Toco el timbre y espero.

Miro a mi alrededor. Es linda, de un color café hogareño y estructura diferente, la hace ser única en el vecindario.

-"Residencia Clifford ¿En qué puedo ayudarle?" -la voz de una sofisticada mujer me saca de mi trance.

-Ho-hola, soy ______ Malik, amiga de Michael y hoy me pidió que viniera a verlo. -mi voz suena temblorosa.

Jamás pensé que Michael tendría semejante gente en su casa.

-" Oh ¡Pase, pase! el señor Clifford la esta esperando."

La puerta es abierta por una mujer baja, con ojos achinados y corbatura en la espalda. Tiene los labios exactamente igual a los de Michael.

- Lo siento si te asuste con esa formalidad niña, pero mi nieto es muy famoso con las chicas y no puedo abrirle a cualquiera ¿Entiendes? -la mujer se hace a un lado, dejándome pasar.

Y ahora que lo veo, es como lo había imaginado. La casa está algo descuidada en sentido desordenado, pero sus paredes son de color negro con los bordes blancos. El sofá es blanco y el piso de un color madera. Me gustaba.

-Es...es todo muy bello. -hablé sin pensar.

La mujer dejó salir una tierna risita.
-Michael esta arriba, te está esperando.

-Gracias, permiso.

Pase por al lado de la mujer y subí las escaleras. Cada vez que mis pies tocaban esa delicada madera, era como caminar en nubes.

Al fondo del pasillo (¿Por qué siempre al fondo del pasillo?) estaba la puerta abierta. Se notaba que esa era su habitación. Camine con paso lento, era algo grande, así que quedaba algo lejana.

Mientras más me acercaba, más se escuchaba la voz de una chica. Me detuve unos sentimetros antes y me puse a escuchar.

-Vamos Michael ¿Por qué ella debería saberlo?

-Es un no Abby.

-¡Dios Michael, haz cambiado mucho con esa chica! ¡Sólo será una noche como antes, con tus verdaderos amigos!

-No he cambiado... ¡Y es un no Abby!

-Michael ¡Por fa...!

De un impulso, entre a la habitación. La chica me miró algo espantada, y a la misma vez enojada.

Pero yo no me iba a quedar de brazos cruzados escuchando esa conversación. Había sentido algo amargo en mi pecho, un sentimiento frío hacia ella. Algo así como un odio sin razón.

- Hola, un gusto de conocerte -Dije sonriendo falsamente -soy la novia de Michael.

Estreche su mano con la mía y la solte con brusquedad.

- ¿Novia Michael? -preguntó ella hacia él.

- Sí...Así que si no te importa ¿Nos podrías dejar solos? -conteste yo antes que Michael.

Abby miro a Michael pidiendo ayuda, pero este estaba con los ojos cerrados, como si no estuviéramos.

-Idiota -dijo indignada.

Tomó su chaqueta y salio de la habitación.
Bote un suspiro.

-Mira de la que te he salvado Clifford.

-¿Salvarme dices? -Pregunto burlón Michael aún con sus ojos cerrados -¿No crees que son algo así como celos?

Yo sabía que eran celos ¿Para que negarmelos a mi misma? pero... era algo vergonzoso decírselo a él.

Michael podía perfectamente morirse de risa en esa cama y me avergonzaba.

- Michael, me gustas pero yo no soy... -no termine la frase cuando un ronquido me interrumpió.

Lo mire directamente a la cara.

Sus mejillas estaban rojas y su respiración era algo entre cortada. Me le acerque algo curiosa, era la primera vez que lo veía en ese estado tan vulnerable.

Me acerqué a él y de pronto, con la velocidad de flash, los labios de Michael me estaban besando.

-Amo que te pongas celosa -susurro en mis labios.

- no lo estuve -Dije entre besos.

Este no dijo nada más, sólo me abrazo más fuerte y me acostó a su lado sin dejar de besarme.

"Money for Love" |Michael Clifford y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora