C a p í t u l o 5

379 19 0
                                    

Capítulo 5

Quemo a Zayn con la mirada y el me devuelve el gesto. Es sorprendente lo rápido que mi hermano tomo a Michael y lo arrastro al sillón de mi apartamento. Giselle está sentada a la mesa conmigo y Sumer; Mueve su pierna y sus manos nerviosa, y le da miradas fugaces al sillón para ver a Michael.
Apoyo mis codos en la mesa y sujeto mi cabeza, aburrida. Ya he pasado por millones de veces por este proceso de interrogación y la verdad no tengo ganas de ver a Michael sufriendo de miedo por Zayn.

-¿Cuántos años tienes?-Pregunta Zayn, secamente.
-Diecinueve.-Responde Michael con un tono tranquilo.
Y eso hace que una chispa se prenda en mí.
-¿Y tú nombrecito, niño?-Vuele a preguntar Zayn mientras se cruza de piernas frente a él y acaricia su mentón. No sé porque pero a mi hermano le encanta tener anillos en sus manos. Así que con sus anillos intimida mucho más a Michael.
-Michael Clifford.-Contesta de nuevo como si Zayn no produjera nada en él.
Y esa chispa dentro de mí se enciende más fuerte.
-Por tu forma de hablar no te veo tan interesado en mi hermana, ¿Qué pretendes Michael?
-Nada ¿O acaso no puedo conocer a una mujer bella y salir? No siempre las intenciones de un hombre son malas Zayn ¿O tú tuviste esas intenciones la primera vez que viste a tú esposa?
Y cuando contesta de esa manera me repongo en la silla. Ningún chico en la vida había contestado de esa manera al interrogatorio de Zayn. Y me gusta que haga eso.
Zayn sonríe, indiferente.
-Pues, soy hombre y la verdad, todos pensamos igual y es por eso que te pregunto-Zayn se toma un tiempo para mover su dedo dándole un tono divertido a la conversación.- ¿Cuál es tu intención con mi hermana?
-Quiero vivir la vida con tu hermana.-Responde sin más también sonriendo.

Giselle se atraganta con el vaso de jugo que estaba tomando. Pero Zayn y Michael siguen dándose miradas asesinas.
Se miran en silencio y por un largo tiempo. Sé que Zayn se muerde la lengua por no soltar que todo esto con Michael es un engaño, pero aun así me remuevo incomoda. Sí lo hace todo se va a la basura.


-Te matare.-Mi hermano se acomoda en el sillón y ahora apoya sus codos en sus piernas.-Claro, si es que veo a mi hermanita sufrir. Te cortare tu miembro pedazo a pedazo y hare que te lo comas. ¿Escuchaste?
Zayn lo apunta y levanta su ceja. Intimidándolo.
-Estamos de acuerdo Zayn. Sí yo le hago daño tú me matas, pero no le puedes prohibir que salga conmigo.
-Okey, pero si te veo aquí atragantándote con mi hermana, te matare. Si veo que dormiste aquí, te matare. Si te veo tocando a mi hermana, te matare. ¿Entendido?
Michael hizo una mueca. Pero asintió. ¡No sé porque lo hizo! ¡Tuviste que haber dicho que no Michael! ¡No!

(***)

-Lo siento.- me disculpe mientras cierro la puerta de mi apartamento.
Ahora sentía vergüenza por lo que había hecho Zayn. Desarmando mis relaciones desde tiempos inmemorables. Mi hermano y mi cuñada se habían ido después de comer una incómoda cena con Michael. Giselle no dejo de preguntarle cosas a Michael y hablar de cosas del pasado. El pelirrojo -Ya que tenía el pelo de un color rojo electrizante- asentía y reía. Hace pocos segundos que ellos se habían ido y como estaba advertido, Michael no podía quedarse.
Él me sonríe.

-No tengo ningún problema en hablar con tu hermano, hermosa.
Se acerca a mí lentamente.
Retrocedo a cada paso que él da.
Miro de un lado a otro porque Michael se aproxima demasiado a mí.
-Y lo seguiré haciendo, porque seguiré viniendo.
Mi espalda ya toca la puerta, pero Michael se sigue acercando. Apoya una mano al lado de mi cabeza y se acerca a unos centímetros de mi boca.
Tomo aire y lo retengo.
-Mañana nos vemos, linda.
Se acerca y besa suavemente mi nariz. Sonríe de nuevo y se aleja con elegancia.

Boto el aire. No sé qué pasa por su cabeza, pero espero que no sean cosas obscenas ¡Qué no sean cosas obscenas!

No demoro mucho en bañarme e ir acostarme. Después de haber pasado otra vergüenza más en mi vida lo único que quiero hacer es dormirme y fingir que todo eso no pasó.
Apago la luz de mi cuarto y con el brillo de mi celular llego sana y salva a mi cama. Nadie sabe si el coco se me aparece aun. Sé que tengo dieciocho años, pero eso no le quita el que pueda tenerle miedo a la obscuridad.

Me recuesto y comienzo a ver mis mensajes. Tengo solo dos-nunca me llegan más porque no soy de muchos amigos- uno de Niall y otro de Giselle, mi cuñada. Reviso el primero que es de Niall.

"Mujer, mañana llega a la hora."
Contesto con una sonrisa en mis labios.
"Niall, si no apuras tu trasero mañana, aun seguiremos llegando tarde".
Me sorprende lo rápido que contesta. Noto como pasa la noche hasta las tantas horas de la noche.
"Fea vete a dormir, o si no llegaremos tarde."
Arrugo mi frente, fingiéndole enojo a la pantalla. Contesto.
"Haber burrito, sabes que yo soy la bonita de la pareja. Vete a dormir tú, porque tú eres el que no se levanta temprano. Ahora, buenas noches, ángel."
Sé que a Niall le enfurece que le diga Ángel. Le recuerda lo blanco que es y lo débil que es contra el sol.
"No te digo popo solo porque estoy de buenas, pero sabes que si sigues diciéndome ángel, te diré de nuevo popo.
Buenas noches, Aurora".
Gruño. Odio que mis padres me hayan puesto Aurora como segundo nombre. Siempre en la escuela me molestaban como princesita o príncipe. Los niños a veces son demasiado crueles.
"Mmm...ya, me dormiré. Tú ganas... Ángelito James hora garganta".
Río. Cuando pequeños nos molestábamos por nuestros nombres. Ángel por lo fantasma que salió. Con James no lo puedo molestar porque no le encuentro algo de divertido a ese nombre. Hora por Horan y Garganta por Gallager que suenas igual y porque Niall es demasiado bueno para la comida.
No contesto a ningún otro mensaje y veo el de Giselle.

"Tu "novio" es tan...Pizza. Sabroso, adictivo y colorido.
No le hagas mucho daño...
Disfrútalo mientras dure.
Buenas noches."

No contesto a ese mensaje. No puedo prometerle nada sabiendo que no haré todo lo que me pide. Dejo mi celular en la mesita de noche y dejo mi caer mi cabeza en la almohada. No duro mucho despierta y me duermo.

A la mañana siguiente repito todo lo del pasado lunes. Levantarme, ir a trabajar, y llegar a casa sin hacer nada más que fotografiar. Niall me pidió si podríamos salir más tarde, pero me negué. Necesita estar sola.
Casi siempre salgo un día a la semana para estar conmigo misma. Me gusta reflexionar y sacar fotografías a todo el mundo. Liam me ayuda en eso. Casi siempre que quiero fotografiar el lleva su equipo en su combi y salimos a captar todo lo que nos parezca bello. No salimos con Niall, porque según él: "Son unos antisociales, ¿Cómo es que se la pasan sentados con una cámara en sus manos sin comer nada? Nunca más me inviten chicos. Porque no vengo".
Maldito Horan. No sé cómo me puedo llevar bien con ese duende.
Tomo mi teléfono por impulso y marco su número. Liam no es mi amigo. Solo somos colegas.
Suena tres veces y la grave voz de Liam me contesta.
-Hola ______, ¿Qué sucede?
-Tengo ganitas de salir a fotografiar Liam.
Liam lo medita un momento.
-¡Hay mujer! ¿A qué hora paso por ti?
-¿Siete?
-¡Siete, okey, espérame lista!
Cuelga sin más.

"Money for Love" |Michael Clifford y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora