Capítulo 38

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Jeno tira su camisa, que ahora apesta a alcohol, al cesto de la ropa sucia y coge la camisa abotonada de color rojo vino que sacó de su armario, una pequeña sonrisa se dibuja en sus labios cuando ve cómo el color favorece los narcisos de su antebrazo que esconde.

Hasta ahora la noche había sido divertida, desde aceptar el repentino ofrecimiento de Jaemin de maquillarlo, la lánguida sesión de besos que siguió, el estar con algunos de sus amigos en el quinto piso esperando que Jaemin se les uniera, y luego esa única canción que bailó con él, pudiendo aprovechar la excusa de la misma para agarrarle las caderas y que Jaemin se apretara a su pecho sin que nadie les echara una segunda mirada.

Bailar con Chenle también había sido muy divertido, riéndose de la energía del menor incluso cuando acabó tropezando con su pecho y derramando toda su copa sobre él.

Si hubiera sido sólo un poco lo habría ignorado pero la copa de Chenle había estado casi llena así que supo que era mejor aprovechar que la fiesta estaba transcurriendo en su dormitorio y cambiarse de camisa.

Jeno le habría mandado un mensaje a Jaemin para que se reuniera con él en su habitación y así poder cumplir la promesa que le hizo antes de devolverle el favor de la primera fiesta del semestre pasado si no hubiera visto lo feliz que estaba Jaemin mientras bailaba con Donghyuck antes de salir de la sala común.

Pero pueden hacerlo más tarde, así que comprueba su reflejo en el espejo sólo un momento antes de salir de su habitación y luego del departamento. Jeno está caminando junto a una de las paredes de cristal de la sala común de camino al ascensor cuando sus ojos se fijan en un par de ojos familiares con forma de almendra.

Jimin, su ex, lo mira directamente, sus ojos de muñeca brillan y sus labios rojos se curvan en una sonrisa mientras se acerca a él sin dudar, a diferencia de él, que se ha quedado congelado.

"Jeno, ¿querías verme?" le pregunta en el momento en que se detiene frente a él, mirándolo por debajo de sus largas y gruesas pestañas. Aunque lo pregunta no hay nada de interrogante en su voz porque sabe que él quiere verla, le ha estado enviando mensajes de texto desde que volvió a casa.

Jeno necesita una respuesta de ella, necesita saber en qué se equivocó, aprender de lo que fue su error, en qué falló, para poder hacerlo mejor, ser mejor, conseguir el cierre que ella se negó a darle.

Esto es lo más cerca que ha estado de ella en meses y sería una mentira afirmar que no la sigue encontrando absolutamente hermosa. Jimin, con su largo cabello negro en cascada sobre la espalda, una sombra de ojos bronce brillante y un delineador negro perfectamente dibujado, labios rojos en forma de corazón, un top púrpura oscuro con cuello en V que favorece su figura tan bien, y esa falda corta de cuero negro que acentúa sus largas piernas de marfil.

Es hermosa, de una manera que hace que la gente la mire dos veces y se quede mirando, anhelando poder abrazarla.

Pero Jeno no anhela lo mismo.

Justo dos pisos más abajo está el chico que Jeno quiere abrazar ahora, la razón por la que se encuentra asintiendo y siguiendo a su ex después de que ella le diga que deberían hablar en algún lugar más privado entonces.

Sus nomeolvides le arden en la piel hasta el punto de sentirse como marcas abrasadoras, pero las ignora y se concentra en cambio en la forma en que sus narcisos sienten más bien un agradable cosquilleo.

Jeno introduce el código de acceso actualizado, ya que lo cambian cada año escolar y Jimin no conoce el nuevo. Le abre la puerta y entra detrás de ella, cerrando la puerta.

Bouquet [traducción] ;; nominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora