Bouquet [traducción] ;; nomin

Capítulo 59

Na Jaemin está floreciendo de nuevo.

Había estado hablando por teléfono con Renjun, dos semanas después de que terminara el curso escolar, poniéndose al día el uno del otro sobre cómo iban sanando. Jaemin tuvo que cambiar uno de sus medicamentos porque las náuseas no desaparecían y sólo empeoraban, mientras que Renjun iba a un nuevo terapeuta que le habían recomendado a su madre, ambos cómodos sabiendo que el otro no reaccionaría con lástima o arrepentimiento.

"Sabes, agradezco que podamos hablar de esto", suspiró Renjun mientras Jaemin se quitaba distraídamente la capa de esmalte de uñas azul pálido de su pulgar. "Mi madre se culpa de que su divorcio con mi padre iniciara todo este lío en mi cabeza y no me escucha cuando le digo que no es su culpa, tampoco quiero molestar a Jeno o a Mark con esto y dudo que lo entiendan, Yangyang es... complicado para mí, ¿no quiero mostrarle más de mi lado malo? Y por supuesto, Donghyuck está completamente fuera de juego, a Shotaro y Hyunjin también les resultaría incómodo que les hablara de esto".

Jaemin asintió para sí mismo, murmurando algo sobre cómo lo entiende, admitiendo que aunque se está abriendo un poco más a Donghyuck no quiere volcar en él sus problemas, el cómo sabe que su familia y amigos aún lo tratan con tanto cuidado temiendo herirlo y desea que no cambien su forma de ser sólo por él.

"Sí así es, sé que nos entendemos pero también, tú no eres de los que se compadecen de alguien y sabes que yo tampoco lo soy, hablar contigo de esto me hace sentir... seguro".

Y esas palabras habían resonado en el interior de Jaemin, la bola de algodón se le pegó a la uña mientras sus manos caían inertes sobre su regazo y luego, un familiar picor en su piel, en su lado derecho.

Un picor que se entreteje y florece, cálido y relajante.

Flor de terciopelo. 'Afecto, camaradería'.

Luego, algo más y dolorosamente familiar se gestó en su estómago, burbujeando y quemando en sus venas antes de volverse frío y pesado al momento siguiente. No conocía el significado de la flor en ese momento y mucho menos su nombre, ni siquiera podía verla, pero sabía lo que había pasado.

Y el miedo fue su única reacción.

Renjun lo llamó por su nombre una y otra vez, logrando mantener su voz suave y calmada, incluso cuando seguramente debió escuchar cómo Jaemin se agitaba, luchando por llevar oxígeno a sus pulmones, sus dedos temblorosos curvándose al apretar su pantalón de deporte.

Había vuelto a florecer. Otra flor que añadir a su ya gran ramo. Una flor más para alguien más que el chico del que está enamorado, para uno de sus mejores amigos. ¿Qué pensaría la gente? ¿Qué dirían? ¿Cómo mirarían a Jeno si descubrieran que Jaemin está marcado con una flor que alberga sentimientos por Renjun?

Jaemin acabó por calmarse, sintiéndose débil y agitado, pero entre los oscuros pensamientos que nublaban su mente, la amarga inseguridad, se sentía feliz.

Ahora tenía una prueba de su amistad con Renjun, alguien de quien había esperado hacerse amigo cuando sus vidas estaban conectadas por Donghyuck y Yangyang. Renjun lo hirió profundamente no hace mucho tiempo pero ya habían llegado tan lejos juntos, eran un pilar especial de apoyo y realmente, Jaemin estaba agradecido de tenerlo en su vida ahora.

Ni una semana después, Jaemin floreció de nuevo.

Taeyong estaba de visita y mientras Jaehyun se concentraba en hornear en un lado de la cocina, Jaemin seguía a Taeyong para ayudarle a preparar la cena. El mayor dejó que fuera él quien picara las verduras y se apoyó en la encimera a su lado, mientras dejaba que el caldo se cocinara en la estufa.