Una sensación con la que duda que alguna vez se acostumbrará por completo, sin importar cuántos años haya tenido para familiarizarse con ella, lo duro que intentó fingir que no le hacía estremecerse al punto de creer su propia mentira.Eso no quiere decir que Jaemin no quiera actuar como si no estuviera perturbado, como si no fuera consciente de las miradas evidentes clavadas en él, los ojos que lo seguían en su camino hacia la sala de estar, recorriéndolo de arriba abajo y enfocándose en el color de su cuello.
Sería más fácil, había sido más fácil, ignorarlos o fingir una sonrisa arrogante que nunca tuvo la oportunidad de ser real, pero al menos haría que quien estuviera mirando se aburriera, si no se sonrojara por ser descubierto por él.
Pero ahora, Jaemin se detiene en seco, su agarre en la sudadera que se había quitado dentro del ascensor arruga la tela azul bebé con la fuerza con que la aprieta, pero se da la vuelta, enfrentando completamente al chico que estaba sentado junto a la puerta y lo mira directamente a los ojos.
Su rostro es ligeramente familiar, piel oliva y ojos oscuros con cabello rizado negro, un extranjero en su piso, pero eso es suficiente para que su nombre llegue al frente de la mente de Jaemin.
—Mirar a alguien así es de mala educación, ¿no te enseñaron modales, Alex? —dice Jaemin con desgano, su lengua empujando el interior de su mejilla, y los segundos siguientes, mientras Alex procesa sus palabras, el hecho de que Jaemin lo esté confrontando, se sienten tortuosos.
Alex baja la cabeza, el color subiendo a sus mejillas, y deja escapar una risa avergonzada.
—Tienes razón, lo siento, Jaemin.
Jaemin suspira, acepta la disculpa, y se da la vuelta para continuar su camino hacia el otro extremo del área común, donde Donghyuck ya lo está esperando.
Su mejor amigo le ofrece una sonrisa una vez que está al alcance, dándole palmaditas en su regazo en una invitación silenciosa que Jaemin está encantado de aceptar. Una vez que coloca su mochila sobre la mesa, se mueve para acostarse en el sofá, recostando su cabeza sobre los muslos de Donghyuck y cubriendo su rostro con su sudadera azul.
—Dame un momento —dice Jaemin, sus palabras son apenas audibles, pero Donghyuck tararea en respuesta, pasando distraídamente sus dedos por el cabello negro de Jaemin mientras sigue deslizando su teléfono con la otra mano.
Jaemin se muerde el labio inferior, mueve sus manos hacia su estómago y entrelaza los dedos para detener el temblor, concentrándose en tomar respiraciones largas y profundas para ayudar a calmar su corazón acelerado, calmar la ansiedad que araña dentro de él antes de que logre salir a la superficie y hacer que su respiración se entrecorte o que sus hombros tiemblen.
Pretender que preferiría huir de las miradas pesadas de extraños en lugar de enfrentarlas es, curiosamente, agotador.
No lo hace todo el tiempo, por supuesto, simplemente no habría fin para eso, pero es una de las cosas que su terapeuta sugirió que podrían ayudarle, aunque fue clara al decirle que no era necesario hacerlo. Aun así, Jaemin sigue intentando.
Todo es por 'Amor propio y respeto', le explicó su terapeuta. 'Establecer sus límites'.
O algo por el estilo.
En realidad, Jaemin solo espera volverse lo suficientemente fuerte para que las miradas dejen de hacerle sentir que va a enfermarse y para que sus amigos y familiares no sientan la necesidad de saltar en su defensa.
No es que suceda con frecuencia, pero Jaemin los ha atrapado más de una vez lanzando miradas asesinas a extraños que lo miran un poco demasiado tiempo.
ESTÁS LEYENDO
Bouquet [traducción] ;; nomin
FanfictionAU: Existe un fenómeno que la ciencia aún no puede explicar, una especie de milagro en el que brotan flores en la piel, que nacen de los sentimientos más sinceros del fondo de tu corazón, las flores difieren según el sentimiento. Y Jaemin, el apodad...