Mes 7

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-¿ En que piensas Mickey?... Es extraño que estés tan callado y quieto- la voz de Leo era calmada, con real preocupación de la actitud de su hermano, aunque las circunstancias no eran para menos.

-Solo...pensaba en Clarissa, en el bebé - Mickey hace una pausa y mira a la distancia,en la nada, una desquiciante nada, después regresa la mirada al rostro de su hermano mayor - Si quizás piensa Clarissa que los abandone -

- Según las instrucciones, que dejamos, estoy seguro que en estos momentos... - Leo suspira decir estos momentos, puede ser una hora o una eternidad en las investigaciones rápidas de Donnie, ya se habían dado cuenta que el tiempo pasa más lento, horriblemente más lento, al punto que en casa puede pasar 3 años y para ellos podría ser tres días, tres minutos, 3 horas, aún no estaban seguros.

Leo se recupera rápido y continúa - en estos momentos ella debe estar con Rina, con Lucía y Violeta, deben estar todos en la casa segura. Miguelangel observa a Leo, y solo regresa una media sonrisa.

Claro que Leonardo no les podía pedir positivismo a ninguno de ellos, la situación era caótica, caer en esa trampa y quedar atrapados, fue algo obviamente no planeado. Así es este trabajo, el riesgo es alto, las variables muchas.

-Donnie- grita Leo con calma, para llamar la atención de su hermano, aunque no estaban separados más de metro y medio unos de otros. -¿qué piensas, crees que logres sacarnos de aquí? -
El genio, lo mira por unos segundos, y voltea, para seguir su trabajo en las pantallas holograficas.

- Leo, hago lo que puedo debo tratar de descubrir esta dimensión, por lo pronto se tiene 4 dimensiones, es decir estamos atrapados-

Las palabras de Donnie, no fueron alentadoras, el estar atrapados era más que evidente. Y lo peor era esa extraña presencia que no se materializa , pero tampoco desaparece.

Rina, toma la desviación hacia las montañas, y entonces el paisaje cambia a una carretera de dos vías, árboles, rocas, acantilados y curvas; no era el tipo de carretera que Clarissa eligiria para un paseo, pero si que lo sería para un escondite, muchas personas no querrían aventurarse a sufrir un desperfecto en su auto en esa soledad.

- Esta calle parece peligrosa - Clarissa se agarra prácticamente al asiento.
Rina voltea unos segundos a mirarla, y a Clarissa se le crispa la espalda.

-Por favor Rina, no quites los ojos del camino - dice la mujer, con un rostro asustado.

-jajaja, tranquila estaremos bien - Rina se ve serena mientras conduce.

Por fin después de un poco rato, Rina vuelve a tomar una desviación y ahora era un camino de tierra, que aunque tenía las marcas de ser un camino de autos, se veía que hacía mucho no pasaba uno por ahí. Sin embargo esta nueva ruta tranquilizó a Clarissa que relajo por fin su cuerpo. Ya no habían acantilados, y las curvas no eran tan cerradas, sólo un bosque solitario y lúgubre a ambos lados. Clarissa jamás se imagino que estos paisajes tipo Bram Stoker existieran en su país.

- Casi llegamos Clarissa, me imagino has de estar agotada-

Rina y Clarissa pararon un par de veces, a comer y a usar el baño, pero este viaje casi sin paradas, era demasiado cansado para una mujer en estado de gravidez.

-Si, ha sido agotador. ¿Aún falta mucho? - ella deseaba llegar a donde fuera, el lugar al que Rina la lleva.

De pronto Rina frena el auto, frente a una enorme pared de rocas, ella miraba por la ventana de su lado y por el parabrisas, no entendía, por que ese camino, parecía acabar ahí y por que Rina había tomado ese camino. Cuando voltea su rostro, para preguntarle ¿qué es ese lugar? Ve que Rina busca algo dentro de los bolsillo de su abrigo,¿es un control de portón eléctrico? Clarissa estaba aún más confundida, y sobretodo al mirar como Rina dirige el aparato en sus manos, en dirección de la roca.
De pronto se escucha un ruido metálico y Clarissa observa como en la roca se va abriendo una grieta, no pudo evitar abrir la boca en señal de sorpresa.

-Genial verdad. Lo que puede hacer un genio mutante y mucho dinero - Rina miraba con orgullo a Clarissa.

La chica aún en sorpresa voltea a mirarla, y le dice que si, moviendo la cabeza de arriba a abajo.

- ¿Dinero? - pregunta Clarissa, definitivamente realizar esa obra lo requiere.

Rina solo sonrie, y pone en marcha el auto. Este sube la pequeña elevación que faltaba, y pasa a través de las puertas, que una vez el auto las atraviesa, vuelven a cerrarse tras de este.
Clarissa, se da la vuelta sobre su asiento para mirar el prodigio, y le sorprende aún más el ver que también dentro, se camuflajea como parte de la montaña.
Al regresar a su posición sobre su asiento, sus ojos se abren de asombro, se da cuenta que es un enorme valle, puede ver las montañas casi encima, y más al frente un muro de árboles de pino muy cerrado las invitaba a atravesarlo por el camino que apenas se ve a lo lejos. Rina había acelerado ya un poco más, parece que no tenía temor y si mucha prisa por llegar.

-Pronto conoceras a Luccia y a Violeta, a Nikola ya lo conoces y al abuelo. -

-¿El abuelo? -

- Bueno me he acostumbrado a decirle así -- Rina sonríe.
-Fue para que Nikola se acostumbrara a decirle abuelo y no maestro-Rina mira a Clarissa, que aún no terminaba de comprender.

-Es el padre de los chicos -Rina hace una leve pausa -Te lo diré para que no te asustes, el también es un mutante, una rata-

- ¿Una que? -Clarissa no sabía, si al verlo se desmayaria, pero desde ya su corazón se aceleró de miedo y sus piernas temblaban.

-Se que puede ser impresionante, pero solo piensa así, es el abuelo de tú bebé también - Rina suelta su mano del volante, y acaricia el vientre de Clarissa.

Ese pensamiento la ayudó a calmarse, pero aún así, estaba nerviosa.

NO TAN FÁCILDonde viven las historias. Descúbrelo ahora