EL PORTAL 3

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—Mickey, por favor come algo - le dice Rina acercándole un plato de su comida favorita.
Miguelangel solo estaba ahí, sentado en la terraza, en el punto exacto donde ella estaba parada, esperandolo.

—No... gracias - contesta el menor, sin mirar a la persona que tiene al lado.

—Te aseguro que Donnie esta trabajando, casi no ha descansado - le dice Rina  a Miguelangel, con tal de darle ánimo, y sin dejar de mirar a su esposo, al que ya se le nota a el agotamiento.

Miguelangel, mira de reojo en la dirección donde esta su hermano, se sintió mal, sabia que estaban todos agotados, pero cada minuto que pasaba, podría ser fatal para ella y el niño, si no es que ya lo era, y ya varias horas habían pasado desde que fue secuestrada.

—Lo siento Rina, en verdad no tengo hambre-Miguelangel se levanta de su asiento y camina unos pocos pasos.
Rina entiende que ese acto es un déjenme solo, ella regresa dentro de la casa.

—Está mal que lo diga, pero ella no creo que resista ahí mucho tiempo-Raphael era práctico, y no quería guardar ninguna esperanza, no conocía a esta mujer, solo sabía que había hecho sufrir a su hermano, no significaba que la odiara o le deseara mal, pero ese lugar acabaría con la voluntad de quien fuera, el se mantuvo cuerdo solo porque estaba junto a sus hermanos.

—¿Raphael? - le mira Luccia, con lágrimas en los ojos —por favor no digas eso-la chica no quería perder la esperanza, seria terrible si ellos no la pueden rescatar.

—Lo siento pequeña bailarina .. - contesta Raphael cabizbajo—pero aunque logremos entrar, no hay seguridad de encontrarla-Raph mira a Luccia, que se había llevado las manos a la boca para ahogar su llanto, y que ahora escondía su rostro en el pecho se Raphael.

Era doloroso para cada uno de sus hermanos ver así a Mickey, ellos saben que harían lo mismo que él con tal de recuperar a sus mujeres, jamás desistirian, pero también saben que en esa horrible dimensión prisión, se puede perder toda esperanza.

Han pasado demasiadas horas, ya casi amanece. Miguelangel quiere volverse loco de desesperación, lo único que aún mantiene su cordura es  la esperanza de que Donnie abra ese portal, ni siquiera quiere caer en la realidad de que es un lugar espantoso, y las posibilidades de siquiera encontrarla, están en el eje de los negativos.

Está amaneciendo, la tierra despierta nuevamente a un nuevo día, los pájaros cantan alegres al amanecer, Miguelangel escucha esos sonidos fastidiosos, mira ese cielo, que empieza a teñirse de rojo, y en el fondo de su corazón desesperado le pide al sol, que no salga, que no venga burlarse de él y está desgracia.

—LO TENGO- grita Donnie, despertando a todos en la casa, ya que nadie había querido ir a sus habitaciones y se habían quedado dormidos en la sala. —Vamos chicos, prepárarense, debemos entrar -

Para Miguelangel esas fueron las palabras que le regresaron a la vida.

—Estoy listo, abrelo hermano - le contesta el de naranja, con energía.

Después de varias horas de solo parecer una sombra  de lo que Mickey es, ahora todos lo ven regresar a su habitual energía y personalidad. Rapha  y Leo, están preparados y ven a su hermano, le asienten con la cabeza, un gesto que le indica a Miguelangel, estamos contigo.

—No se preocupen, estaremos de regreso, en cuanto tengamos a Clarissa. - les dice Donnie al resto de la familia, que con angustia los veían alistarse. —Demore más de lo programado,pero es que tenía que hacerlo, he mejorado el radar, y las puedo ver las distintas brechas dimensionales, distinguiendolas fácilmente -

—Aun así, cuidate mucho por favor - le dice Rina abrazando, y dándole un beso.

—Rapha.. - Le llama Lucía para, que él volteara a mirarla —Cuidate, no te excedas mucho-ella lo mira con preocupación.

NO TAN FÁCILDonde viven las historias. Descúbrelo ahora