Once.

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Dominik.

- Yo, yo no puedo! -mire con las lágrimas empañando mi mirada justo a la pantalla- Ella es mi todo, maldita sea. Tampoco me crees verdad? No puedes creer que sea un ángel, MI ángel que vino para ayudarme y amarme. Tampoco crees que me abrazo bajo la lluvia en ese tenebroso bosque! -grite dando un golpe al teclado- No crees que ella es la mujer mas perfecta, no crees que nos besamos, sabes, Vete a la mierda!

Cerré en un fuerte golpe mi laptop, y me tire a llorar en mi cama. No podía mas, Han pasado 9 días con 13 hrs desde que ella se marcho. No he salido tengo la esperanza de que vuelva, y esa esperanza se esta acabando. Me dejo..., por mas que duela decirlo me ha dejado.
Fue mi culpa quizás, yo por enamorarme cuando no debía, siempre fue algo prohibido y como el idiota que soy lo hice.

Ahora estaba mas que destrozado, me estaba consumiendo en cigarrillos y lágrimas. Todo aquí olía a tabaco. Los días parecían ser grises. Ni siquiera volvía a escuchar esos jodidos relámpagos que la hacían temblar.

Y si de verdad ella pertenece a eso? Eran tantas conclusiones en mi cabeza. Bien dicen que la realidad supera la ficción y después de conocerla se que pueden haber tantas cosas y dimensiones.

Pero no me importaría su realidad, nada de lo que es, yo lo único que quiero es a ella incluyendo toda imperfección que para mi es inexistente. Aunque con lágrimas y palabras las cosas no vuelvan yo tengo fe de que me pueda escuchar.
Mi única compañia era Sylvia y acababa de joder todo, podía ver en su rostro el gesto de incredulidad al escucharme, estaba cansada de oír como describía lo maravillosa que es ángel, cansada de ver el destello en mis ojos al pensarla, cansada de mi maldita dependencia a ella.

¿Porque es tan difícil para nosotros ser felices?

¿Porque no podemos encontrar el amor que se quedé ahí, para siempre?

Hay algo, esta amaneciendo y justamente se cumple el décimo dia. El cielo esta pintando un amanecer y siento que es el ultimo, siento que me dejaré ir.

Son las gotas tibias cayendo por mi rostro
Es mi puño tembloroso rompiendo un espejo
Son mis dedos temblorosos cogiendo un filoso pedazo de éste.
Soy yo, atravesando mi piel
Es mi garganta soltando gritos de dolor, físico e interno
Soy yo maldiciendome.
Soy yo sangrando
Soy yo dejandome ir.

Mucha sangre corre y yo abro mas la herida. Mi vista esta nublada por las lágrimas, estoy temblando completamente, estoy roto. Por ella.

Me abrazo a mi mismo. Pero me empieza a faltar el aire.
Esta frente a mi con los brazos relajados y con el rostro inexpresivo.

A m cabeza llegan pequeños flashback de la primera vez que la vi. Su aroma
Lo sorprendido que me dejaron sus ojos
Lo fascinado que quede con su silueta
La forma en que hizo desaparecer el dolor

Siento todo mas inexistente, su brazo gotea algo, gotea mucho, pero no se mueve. Miro el corte en mi brazo. Ella tiene el mismo corte que yo, en el mismo brazo. Quiero levantarme y tomarla para no dejarla ir.
Quiero correr y besarla como nunca antes
Quiero guardarla conmigo para siempre
Pero ya no puedo.
El gran rastro de sangre cubre mis piernas y el piso, el dolor se apaga. Y todo es oscuro, tan oscuro como mi interior.

¿Se trata de mi final?

Wild Angel. |Dominik Santorski| Temp. 1 Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora