Parte 5

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MAX

Dicen que la vida de famosos es muy sencilla. Vives una vida de lujo y a penas haces nada, simplemente te dedicas a trabajar en algo que cualquiera podría hacer. Yo no opino así, cualquiera no puede grabar una película y expresar bien los sentimientos del personaje, cualquiera no puede cantar y dar la nota más aguda...cualquiera no puede conducir un monoplaza a mas de trescientos kilómetros por hora y tener grandes reflejos. Además, detrás de lo que todos ven hay trabajo y esfuerzo y a veces sentimientos que perjudican el trabajo como es el sentimiento de amor

Desde que acababa la temporada hasta la siguiente, los pilotos teníamos tres meses de descanso en los que podemos hacer lo que queramos. Yo no solía ser de esos que se iban lejos y disfrutaban de las vacaciones, yo me quedaba en Austria trabajando para ir con todo la próxima temporada aunque los últimos días ha estado complicado ya que los chicos habían venido de visita y me pedían que saliera con ellos casi todos los días.

Hoy era domingo y aunque no tenía que acudir a las instalaciones de Red Bull, allí me encontraba, viendo cómo progresaba el coche y los arreglos que le estaban haciendo

-Daniel: ¿Nos podemos ir ya?

-Max: No...- estaba concentrado viendo los informes del coche

-Daniel: Max, no vas a hacer nada más aquí así que vámonos. Es domingo y me apetecía ir al lago a bañarme, están todo allí

-Max: Pues ve tú y ya iré yo...

-Daniel: Estás insoportable estos días sabes...¿Que te pasa?

-Max: ¿Y a ti?.- el chico me miró extrañado.- ¿Cómo se te ocurre lanzarte a una chica que acabas de conocer?

-Daniel: Vale si, me equivoqué, ya llevaba unos tragos de más

-Max: Eres un completo idiota...- cerré fuerte una carpeta que tenía entre mis manos.- Me voy...

-Daniel: ¡Por fin! Vamonos al lago

-Max: No, he dicho que me voy, no que nos vamos

-Daniel: No estás disfrutando de las vacaciones

-Max: Aún queda mucho para que acaben, las acabamos de empezar

Daniel siguió hablando y yo lo ignore. Hacia unas tres semanas que la temporada había acabado y ya quería centrarme en la siguiente, aún había tiempo para disfrutar de las vacaciones.

Salí de las instalaciones mientras Daniel seguía detrás mía hablando sin parar y dándome la charla de que dejara de centrarme tanto y disfrutara un poco. Me monté en el coche y lo dejé atrás, no quería oír más ese acento australiano por hoy

Entré en Salzburgo conduciendo hasta mi casa que se encontraba casi en el otro lado de la ciudad. Pero antes de llegar decidí pasarme por un sitio antes.

-Roni: Max...¿Que te trae por aquí? ¿Hay algún problema en la fábrica?

Me abrió la puerta la mujer de cuarenta y ocho años, de pelo rubio y liso y ojos verde esmeralda como los de su hija. Se notaba algo cansada debido a las ojeras que colgaban de sus ojos.

Hasta El Último AlientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora