Hasta El Último Aliento

Parte 20

Noche Buena, la primera fiesta de las vacaciones de Navidad dónde toda la familia se juntaba para cenar y dormir en una misma casa para así despertar a la mañana siguiente todos juntos y abrir los regalos de Papá Noel. Adoraba Londres en Navidad. Tantas luces por todos lados, villancicos por cada esquina...y tanta magia navideña...adoraba esta época del año.

Ahora me encontraba con mamá comprando algunas cosas para la cena de hoy. Finalmente llegué a Londres sola, sin Max. Él se quedaría en Mónaco aunque no estaba seguro si iría a Holanda a estar con su familia. Pese al pequeño enfado que tenía el día anterior por haberme olvidado de comer con él, le seguí proponiendo venir a Londres conmigo y al menos me dijo que se lo pensaría aunque no se si se lo pensaría cuando acabaran las fiestas...

-Roni: La abuela quiere hacer crema de calabaza así que habrá que comprar unas cuantas

-Irina: ¿Cuántos cenaremos en casa?

-Roni: Unas doce personas: nosotras dos, los abuelos, tus tíos y tus primos

-Irina: Me encanta estar todos juntos en estas fechas

-Roni: A mi me agobia, somos muchos y hay muchas cosas que hacer para la cena

-Irina: Sabes que tengo buena mano en la cocina, yo puedo ayudar

-Roni: No quiero que te canses demasiado

-Irina: Mamá, estoy bien. El médico ha dicho que estoy mejor que antes

-Roni: Lo sé pero no podemos bajar la guardia. Por cierto, a penas me has hablado de tu vida con Max en Mónaco

-Irina: Bueno...hago lo de siempre pero en otro país

-Roni: ¿Y qué hay de Max?

-Irina: Pues el está bien, cada día sale a hacer cosas de trabajo o al gimnasio...ya sabes...cosas que hacen los pilotos durante sus vacaciones

-Roni: ¿Y entre vosotros dos?

-Irina: ¿Qué?

-Roni: ¿Que qué hay?

-Irina: Nada mamá, el y yo somos amigos, muy buenos amigos pero nada más...

-Roni: Con lo bueno que es Max contigo y no le das ni una oportunidad

-Irina: Mamá...- le replique

-Roni: Cariño, ese chico está loco por ti, la forma en la que te mira...eso es amor de verdad

-Irina: Pues perdón por no sentir lo mismo...

-Roni: No ocultes lo que sientes...

-Irina: No lo oculto

-Roni: Te conozco y se el temor que le tienes a empezar cosas nuevas que pueden acabar cuando

-Irina: ¡¡Para!!.- sabía como acaba esa frase.- ¿Podemos dejar este tema y comprar lo que nos ha pedido la abuela?

-Roni: Está bien...- suspiró

Seguimos comprando todo lo que había en la larga lista que la abuela nos había dado antes de salir. Ser doce personas para cenar era toda una misión, había que ver que le gustaba a todos, que cosas no, quienes tenían regias a algunas comidas, qué quería hacer cada uno para contribuir a la cena...en fin...la cocina terminaba siendo un caos

Terminamos de comprar y nos dirigimos hacia la casa de mis abuelos. Se encontraba a las afueras de Londres. Vivían en una hermosa y grande casa rural perfecta para una gran familia como la nuestra. Tenía un enorme patio con una piscina aunque no era aconsejable bañarse ahora. Por dentro era una casa abierta, el salón y la cocina estaban conectados y con cocina conectados y con una habitación para invitados. Justo en la entrada había unas escaleras que llevaban a la parte de arriba con un pasillo desde el cual podía verse la parte de abajo y esa planta se encontraban todo el resto de las habitaciones