Elenna Erevarld es hija de Hera, Diosa del Matrimonio, la Familia y las Mujeres casadas.
¿Cómo es eso?¿Cuándo fue que Hera engañó al mismísimo Zeus?
El Dios del Cielo no titubea en atacarla, pero no todos los Dioses están del lado del rey.
Ella es...
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Pov Elenna
—Sabía que podía confiar en vosotros, chicos.
—Para lo que quieras, princesa —sonrió Connor, e hizo una torpe reverencia.
—Ya puedes considerarnos tus amigos —Travis besó mi mano.
—Amigos —repetí negando con una sonrisa.
—Nos vemos en la cena, princesa —dijeron al unísono.
No era realmente una princesa, pero al ser hija de la reina de los dioses, todos me trataban como tal.
Había ido a la cabaña de Hermes a preguntar por Luke, tenía malos recuerdos en la cabeza, pero necesitaba saberlo. Los jefes de cabaña resultaron ser esos divertidos hermanos. Eran ingeniosos y divertidos. Les pregunté si me podían dejar algunos artilugios para arreglar un poco la cabaña y accedieron encantados.
Me las arreglé para conectar mi portátil y unas luces led que rodeaban toda la cabaña. Cómo solo estaba yo, nada más había una cama enorme con sábanas de lino y cortinas de tul con un cabecero de oro.
Limpias el suelo y de repente es de madera y no de mierda. Cosas de la vida.
Pinté las paredes y el techo de un azul turquesa súper claro para más adelante pintar más cosas. Alineé las baldas y una estantería muy grande que llené de libros. Libros y Vinilos. Vinilos y CDs. Luego puse en una esquina los juguetes y cacharros de Midnight.
Para mi suerte, tengo un reproductor de CDs. Más viejo que el Olimpo, pero útil. Así que puse uno de My Chermical Romance y la primera canción era mi favorita: Teenagers.
Me pregunté si podría encontrar a alguien en la cabaña de Apolo con mis mismos gustos musicales.
Tras la renovación edición Ikea de la cabaña 2, decidí salir. Iba a buscar a Thalia, pero no estaba. Pasé 4 minutos aporreando su puerta.
Vi los campos de fresas y me dio hambre, pero eran las 12 y ya me había saltado el desayuno.
—¡Es precioso! —me dijo una chica morena, mirando a Midnight.
—Cuidado.
La chica hizo ademán de acariciarlo. Entonces el felino se convirtió en un enorme gato místico de 2 metros con cuernos, colmillos, ojos chispeantes y una larga cola negra. La chica pegó un respingo y se cayó.
—Te avisé.
—¡Qué pasada! —los hermanos Stoll aparecieron.
—Lo sé, se llama Midnight.
—¿Podemos tocarlo? —preguntó Travis, creo que soy la única del campamento que los distingue.
—Claro —puse una mano sobre el «gatito» para hacerle entender que eran amigos.
