5.

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— ¿Qué dijiste Menma?

— Que ví a mamá, no sé cómo, no sé porqué pero lo ví.

— ¿Por eso fallaste?

— Sí, de la nada escuché como decía mi nombre y lo ví detrás de un árbol.

— ¿Por qué no lo dijiste en el momento?

Los dos adultos estaban desconcertados, uno de ellos porque estaba llegando a conclusiones que no le gustaban y el otro por lo inusual del asunto.

— ¿Cómo querías que hiciera eso?— se separó del hombre claramente molesto— ¿Querías que te viera a la cara y te dijera que ví a mi madre de la nada? No papá, no podía hacerlo porque sé que aún te duele.

— Menma.

— No sé qué pasó pero no te iba siquiera a decir, además, Boruto estaba allí y sé que le afecta hablar al respecto.

— Pero eso no significa que no puedas decirme las cosas, soy tu padre y mi deber es protegerte.

— Ya está, no pasa nada.

— Claro que esto nos afecta a todos pero no puedes cargar solo con lo que sientes.

Sasuke seguía sin entender porque la conversación del par era tan desordenada, no llegaban a ningún lado, ¿Tan mal terminaron que ni siquiera hablaban adecuadamente del tema?

— Ya basta papá, no sé cómo llevar la muerte de mamá.

— Nadie lo sabe, tus hermanos, la aldea— pausó unos segundos, la voz se le había debilitado sin querer— Yo... no sé cómo seguir pero los tengo a ustedes y no pienso dejarlos en ningún momento.

— Gracias padre— abrazó al mayor, aún sentía dolor pero eso no lo asustaba tanto en el momento de sentir contacto con su progenitor— tengo hambre.

— Boruto te preparó un gran tazón de ramen desde hace mucho y estuvo calentando lo varias veces porque quería que cuando llegarás estuviera calientito— ambos rieron mientras se levantaban— pero no le digas que yo te dije, ya sabes cómo es.

— Bien.

— Ya puedes salir.

— Hola Menma.

— Sasuke, ¿Por qué estás acá?

— Se me hace raro escucharte decir mi nombre hijo.

— Lo sé papá, es raro decirlo.

— Es que quería saber cómo seguías.

— ¿Escuchaste todo, no?

— Si y lo lamento mucho, no sabía que Naruto de tu dimensión había muerto.

— Mamá murió sacrificando se por la aldea y por nosotros, siempre fue un héroe y estoy orgulloso de ello— bajó la vista un instante y luego volvió a ver a Sasuke con una agradable sonrisa— aunque eso no significa que no lo extrañe.

— Te entiendo, no es fácil quedarte sin las personas más importantes.

— Sí, pero, ¿Te molesta si dejamos el tema? No quiero seguir hablando al respecto.

— No, no te preocupes.

— Bueno, ya vamos a casa porque tengo frío.

— Ya eres todo un anciano padre.

Los tres azabache entre risas fueron hasta donde se estaban quedando para poder disfrutar de una buena comida, pero sin querer habían pasado desapercibida la presencia del Uzumaki.

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