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Estaban todos bastante preocupados y más los dos pequeños Uchiha, se sentían mal por no haber protegido a su hermano.

— Boruto, Minato, deben ir a casa, yo ahora los dejaré ahí— habló el mayor con las palabras más dulces jamás pronunciadas.

— No papá, ¿Podemos quedarnos otro rato?

— Ay mis niños, no pueden, ustedes también tienen que descansar, se la han pasado así toda la semana. Ya tienen ojeras, apenas y están parados y se les ve demasiado agotados para seguir aquí.

— Muy bien.

— Sasuke, antes de que te vayas, ve a descansar tu también, los niños necesitan de tu compañía en casa, yo estaré pendiente al cien por ciento de Menma.

Sasuke quería rechazar la propuesta, no quería que Menma se despertase y notara que estaba solo, pero, realmente estaba agotado y quería estar con sus otros dos hijos, no quería que por su culpa Boruto y Minato llegasen a sufrir de algo más.

— Está bien, gracias Sakura.

Los tres Uchiha se dirigieron en silencio rumbo a su “hogar” llegaron, se quitaron los zapatos, mientras Sasuke se dirigió al baño para poder asearse los niños no aguantaron más y se quedaron dormidos, el mayor, fue rumbo a su cama para encontrar a sus dos pequeños en ella, se colocó en el medio, sostuvo a cada uno en un brazo, los acurrucó junto a él mientras los cubría y se dejó ganar por el sueño, quería que su conciencia ya dejara de molestarlo diciéndole una y otra vez que era un pésimo padre, que Naruto estaría muy decepcionado de él y que no sabía cómo hacer para no perder la cabeza con todo lo que pasaba.

— Sakura, cerecito, es hora de ir a casa— dijo la pelirroja con tono suave.

— Espera, creo que hay algo bastante incongruente.

— ¿De qué se trata?

— He estado buscando información para esto de traer a los niños y a Sasuke y me dí cuenta de algo, hay un pequeño lapso de tiempo en el que no recuerdo nada, he buscado y simplemente no recuerdo, solo lo último de la pelea, pero, de manera borrosa y pausada, es como que si hubiese interferencia en mis recuerdos.

— ¿Antes de la muerte de Naruto?

— Sí, ¿Cómo lo supiste?— contestó Sakura un tanto emocionada.

— Porque también me ha pasado, hay pequeños “recuerdos” en mi mente, no sé si son reales o un sueño, pero es exactamente antes de eso.

— Después de la muerte de Naruto se ha podido divisar cierto chakra y hasta ahora lo pude ver.

— ¿Será algo relacionado con la pérdida de memoria?— dijo mientras se acercaba a la cintura de la ojiverde— cariño, es mejor que nos vayamos y ya mañana seguimos con todo, no quiero que tu y nuestro bebé lleguen a estar mal por el sobreesfuerzo.

— Estoy ansiosa pero tienes razón, no puedo pensar solo en mi.

— Te amo cerecito.

— Yo más Karin.

Eran ya las diez de la mañana, aún se sentía cansado pero el sonido de la puerta hizo que se levantara, así sus pequeños no se despertaban también.

— ¿Qué pasó?— la voz ronca, cuerpo musculoso y bien definido, piel blanca, cabello desordenado y sin playera, sin duda era un hombre que cualquiera quisiera en su cama— ¿Qué haces aquí Sakura?

— Lo lamento Sasuke, es, es que— contestó nerviosa, prácticamente era su esposo quién se encontraba frente a ella— Ah, es que se ven indicios de que Menma mejoró mucho y probablemente despierte hoy.

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