Another me

8.

La sangre estaba comenzando a hervir y su cabeza estaba a punto de explotar, era demasiada información en muy poco tiempo.

- Eso no es posible.

- Esto es realmente frustrante, no entiendo el porqué de tantas preguntas si al final dudan de lo que sale de nuestras bocas.

- Es solo que hay cosas que son sumamente distintas entre ambos sitios.

- Lo imagino- continuó diciendo el pequeño- pero eso no es problema nuestro, ya estoy harto de la situación, de no estar en casa, de tener que explicar las cosas, de que mi padre y hermanos estén fuera de la aldea y de esta maldita ropa mojada.

- Cálmate Minato.

- ¿En dónde nos estaremos quedando?

- Casa de mamá.

- Me voy- el niño se paró junto a la puerta mientras volteaba a ver a su padre- iré por Menma y Boruto para ir a casa, te veo allá.

Sin más salió de la habitación, nadie había podido detener su paso, el silencio no duró mucho pues la mismísima Sarada después de segundos tuvo la osadía de intentar ir tras el chiquillo.

- ¿Qué se supone que haces?

- ¿Por qué dejas que se vaya así, a caso no tienes autoridad? Mira como te habla.

- No tengo porque darle explicaciones a una niñita que no sabe nada, pero a pesar de ello, lo hicimos, así que quédate a un lado y escucha nada más.

- No sabes ni como defenderte, ¿Cierto?

- No es eso, pero Minato podría acabar contigo sin dificultad y honestamente, no quiero problemas con esta gente que a la larga ha sido generosa con nosotros.

- Se dice gracias- contestó el otro Uchiha azabache- ahora sí, hazme el favor y explica que fue lo que pasó con tus dos criaturas.

- Vuelvo a repetir, mis hijos son descendientes de los clanes más poderosos de la aldea, por lo tanto el poder que ellos tienen podría decirse que aún es incierto, no hemos visto hasta que punto podrían llegar pero solo diré que Menna con sus catorce ya tiene el Rinnegan, además de las múltiples técnicas y jutsus que les hemos enseñado tanto como familia como en la academia.

- ¿Cuál fue el costo del Rinnegan para Menna?

- Su madre.

- ¿De qué hablas?- curioseó con temor la ojiperla.

- Naruto, mi esposo, el otro padre de mis hijos murió protegiendo la aldea, por obviedad al ser la pérdida tan grande para mis hijos, hubo un precio que pagar, el dolor de una nueva técnica visual.

- Pobres- cuchicheó la pelimorado.

- Se podría decir que lo son, hasta cierto punto, repitieron tu historia Naruto.

- Ellos te tienen a ti.

- Por supuesto, jamás me alejaría de ellos. En cuanto a lo que pasó antes, veré qué no vuelva a ocurrir, no quiero poner en riesgo a nadie de la aldea.

Todos se dirigieron a sus actividades diarias después de un tiempo de plática más mientras cada uno andaba sumergido en pensamientos diferentes.

- Menma y Boruto Uchiha, necesitamos hablar.

- ¡Sí!

- Para comenzar, ¿Quién fue el de la idea?- se dejó caer sobre el sofá, sin duda estaba cansado- a ver, hablen.

- Yo padre- Menma se arrodilló frente a su progenitor con la vista gacha- lo lamento mucho.

- No papá, fui yo quien comenzó con todo, fui yo.