All You Need Is Love (Camren)

CAPITULO 14: CONOCIENDO A LOS JAUREGUI

NARRADOR:

El lugar era aún más hermoso por dentro. Camila estaba impresionada por la decoración elegante y claramente ostentosa del lugar, todo se veía perfectamente ordenado pero aun con esa impresión de ser una casa grande y lujosa, la morena no podía dejar de sentir aquella sensación de calidez por todo el lugar.

— Ya estoy en casa – Dijo el hombre en voz alta, dejando su maletín de cuero en el suelo para después quitarse su abrigo y colgarlo en el perchero que se encontraba ahí.

Camila se quedó unos pasos detrás de él, a pesar de la sensación agradable que se sentía por todo el lugar la morena se sentía extraña estando en una casa tan elegante y no tenía muy claro que era lo que debía de hacer. El hombre camino hasta el final del recibidor y solo volteo sobre su hombro para indicarle a la morena que lo siguiera. Camila asintió y camino hasta estar a unos cuantos pasos del sujeto.

El silencio del ambiente fue interrumpido cuando un par de pasos empezaron a retumbar desde el primer piso, el sonido de aquellos pasos corriendo a toda prisa se intensifico al bajar por las escaleras, hasta por fin llegar a la sala, dejando ver a una hermosa niña de piel blanca y cabello oscuro, con una sonrisa radiante en su rostro. La pequeña no detuvo la marcha al ver al hombre junto a Camila.

— ¡Papi! – Grito la pequeña, abalanzándose al hombre.

— ¡Hola princesa! – Saludó, tomándola en brazos. Camila sonrió ante el recibimiento tan cariñoso y alegre de la pequeña, y a la vez aquella impresión de hombre serio e imponente que irradiaba el sujeto se desvaneció dejando ver un lado alegre y cariñoso. El hombre beso las mejillas de la pequeña haciendo que esta sonriera – ¿Cómo estás? ¿Tuviste un buen día? – Preguntó, aun sin bajarla.

— ¡Si! – Respondió emocionada – Mi amiga Sofía vino a jugar conmigo – Los ojos de la pequeña brillaron de alegría.

— ¿En serio? – Preguntó el hombre, bajando a su hija.

— ¡Si! – Respondió la pequeña, dando pequeños saltitos de alegría – Le diré que venga, está arriba jugando con Lolo – La pequeña se dio la vuelta para salir corriendo de nuevo hacia las escaleras.

— Parece una niña encantadora – Dijo Camila, viendo como la pequeña desaparecía por las escaleras. El hombre dirigió su mirada hasta la chica y le fue inevitable sonreír ante en comentario de la morena. Unos minutos después a pequeña volvió a bajar, esta vez acompañada de la hermanita de la morena, quien al verla ni siquiera dudó en correr hasta ella al igual que su amiga lo había hecho con su padre.

— ¡Kaki!

— ¡Hola peque! – Camila tomó a Sofía en sus brazos, dejando un montón de besos por todo su rostro – ¿Te divertiste? – Preguntó.

— ¡Sí!, estuvimos jugando a los piratas con Lolo y después Taylor me prestó sus muñecas – Respondió la pequeña.

— ¿A sí? – Sofía asintió alegremente – Eso suena increíble peque, pero es hora de que vayamos a casa. La abuela ya debe de estar haciendo la cena y debemos estar allá – Explicó Camila, dejando a Sofia en el suelo.

— Pero Kaki... – Dijo Sofía haciendo un puchero – Les prometí a Taylor y a Lolo que les enseñaría a hacer figuras de papel como las que tú me haces... ¿No podemos irnos más tarde? – Preguntó Sofía aun haciendo ese adorable puchero de súplica.

— Lo siento Sofí, pero ya tenemos que irnos – Respondía Camila. Sofía bajo la mirada un momento, y luego dirigió su vista a Taylor, quien también se veía entristecida.