All You Need Is Love (Camren)

CAPITULO 18: ENMENDAR TUS ERRORES

23 de Septiembre de 2016, Western High.

El agudo sonido del silbato volvió a hacer eco por todo el campo, haciendo que las siete chicas junto a mí salieran disparadas de forma automática.

A pesar de llevar dos semanas en el equipo, aún me sentía un poco aturdida al escuchar el silbato y me tomaba unos segundos más reaccionar antes de empezar a correr. Sorprendentemente, no me tomaba mucho quedar a unos cuantos metros detrás de Hailee y Liz, y teniendo en cuenta que ellas eran las más rápidas del equipo era casi como un milagro estar dentro de su nivel, en especial tratándose de mí.

Por desgracia, no todo era color de rosas. Los últimos días habían sido una completa tortura. Llegué a pensar que los entrenamientos para la próxima carrera no iban a ser tan diferentes de lo que ya hacíamos pero la realidad era que estaba bastante equivocada.

Durante toda la semana habíamos estado entrenando como locas ya que solo nos quedaban dos semanas más hasta la competencia de relevos. Hacíamos el doble de ejercicios y corríamos una hora alrededor de la pista antes de terminar con los entrenamientos.

Aun no entendía como mierda era que Hailee y Liz se veían tan relajadas el resto de las clases. Quiero decir, ellas se veían geniales y yo me veía como si me hubiera arrollado un camión. Eso sin mencionar que las piernas me dolían como la mierda todo el día y después de cada entrenamiento sentía que iba a desmayarme.

¿En que estaba pensando cuando acepte?

Ciertamente no pensabas en nada Camila.

Supongo que Hailee fue mucho más astuta que yo y solo espero el momento indicado para volver a hacer la oferta de unirme al equipo. Y que mejor momento que atraparme infraganti mientras "analizaba" el entrenamiento de las animadoras. Ni siquiera me moleste en inventar una excusa para Hailee, simplemente acepte unirme al equipo con tal de que no mencionara nada sobre el vergonzoso hecho de que había estado mirando a cierta animadora ojiverde que hacía varios días no me hablaba.

Después de veinte vueltas seguidas corriendo por todo el campo, el sonido del silbato se hizo nuevamente presente una vez que todas cruzamos la línea de meta, dando por terminado el entrenamiento. Solo me tomó dar unos cuantos pasos para caer rendida sobre la pista.

Mi pecho subía y bajaba sin control alguno, apenas y podía mover mis piernas, el corazón me latía sin parar y no estaba muy segura de sí aun podía respirar correctamente.

– Carajo... – Mi brazo estaba sobre mis ojos, evitando que la luz del sol me cegara. El sonido de una riza me hizo apartar mi brazo un poco, dejándome ver a Hailee parada frente a mí con dos botellas de agua.

– ¿Todo en orden? – Preguntó divertida, ofreciéndome una de las botellas.

– No puedo más Hai... – Dije aun sin aliento – Creo...creo que no siento las piernas – Me recosté sobre mis brazos, aceptando la botella de agua para darle un enorme trago.

– Es normal, pero no te preocupes en unas semanas más te acostumbraras por completo al dolor – Respondió tranquilamente.

– ¡¿En unas semanas?! Hailee no sé si mi cuerpo aguante tanto tiempo – Hailee volvió a reír. El silbato sonó nuevamente y unos segundos después y con ayuda de Hailee, me puse de pie y ambas empezamos a caminar hasta donde se encontraba la entrenadora.

– De acuerdo chicas formen equipo con alguien, quiero treinta flexiones de cada una, después de eso pueden irse – Todas nos quejamos pero aun así nos tumbamos boca arriba, mientras nuestra compañera nos sujetaba las rodillas para empezar las flexiones.