Capítulo 5

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Lupe

—Una barra de chocolate, por favor —La mujer asiente y va a buscarlo, cuando regresa le sonrío— y una caja de esas que tiene allá.

Va por ella y siento una presencia a mi lado, miro y sonrío al ver a Paula.

—¿En serio vas a hacerlo?

—Quiero hacerlo.

—¿Por qué están tan segura de que lo lograrás?

—Porque sí, sé de lo que soy capaz.

La mujer regresa con la caja y le paso el dinero, como le doy justo no hay cambio así que agarro las cosas y me voy. Paula me sigue.

—Son los hombres los que deberían conquistar a las mujeres. Las personas pensarán que eres una arrastrada.

Me detengo y la observo con la boca entreabierta.

—¿Cómo puedes decirme algo así? ¡Creí que eras mi amiga!

—Yo no pienso eso, solo estoy diciendo lo que podrían estar suponiendo otras personas.

Vuelvo a avanzar, veo un banco libre, así que me siento en ese. El parque a esta hora de la mañana está casi libre, solo hay algunas personas trotando. Abro mi mochila y de ella saco una bolsa que contiene confeti, introduzco todo eso a la caja.

—¿Por qué no dejas que sea él el que te conquiste?

—Porque quiero hacerlo yo. ¿Qué hay de malo en eso?

—Porque así tiene que ser, es el hombre el que enamora con detalles. Vas a perder tu dignidad, agrégale también que le gusta la ogra.

—Por más loco que suene, Kaley le gusta a todos, así que, si quieres tener novio, tendrás que conquistarlo tú. Y no es perder la dignidad, ¿por qué si lo estoy haciendo yo la pierdo y si es un hombre es romántico?—respiro hondo—. Cada cosa machista.

—No es machista, es lo que siempre se hizo.

—Siempre se hizo porque un hombre que se creía superior a la mujer lo dictaminó así. Las mujeres son capaces de hacer todo esto y más — murmuro poniendo la barra de chocolate en la caja junto con otros dulces que ya tenía en casa, pongo también dos poemas que escribí para él y luego lo tapo.

—¿Por qué quieres hacerlo?

—Porque soy una persona detallista, me gusta dar cosas sin esperar nada a cambio, quizá la personalidad de Dylan no sea ser detallista, pero la mía sí.

—Sigo creyendo que estás perdiendo la dignidad.

Paso un listón risa bajo la caja y arriba hago un moño.

—Bueno, esto no se trata de si a ti te parece bien—le sonrío—. No estoy tratando de conquistarte a ti, planeo enamorar a Dylan.

Me pongo de pie, no suelo ser muy impuntual y no lo seré jamás por lo que me urge ir al colegio, también porque muero por ver a cierta persona llamada Dylan Cooper, alias, mi numen.

—¿Nos vamos?

—Me gusta Dylan.

Lo sospeché, pero no creí que me lo diría tan pronto. Conozco a todas mis amigas de pies a cabezas, Paula siempre me apoyó en todo, incluso cuando tenía sentimientos por Jeremy, ella me alentaba, ¿por qué iba a ser diferente con Dylan? Porque le gusta.

—Yo lo conocí antes que tú.

—¿Y...?

—No puedes salir con alguien que conocí primero, es la regla.

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