Capítulo 1

1.1K 66 40
                                    

«Oh Jeremy, Jeremy, Jeremy

Tu nombre en mi boca es como el mejor néctar del mundo.
Cada noche en la oscuridad de mi habitación
Imagino como sería ver tu gran y delicioso culo, porque eres un verdadero manjar deseado por muchos. Afortunada será la mujer que logre conquistar tu bonito corazón.

Jeremy, Jeremy, Jeremy... Eres ese sueño húmedo que a menudo me persigue, una musa que logra hacerme escribir libros enteros acerca de tu infinita belleza, eres dulce, dulce, cual dulce de leche delicioso siempre.

No huyas de mí, solo déjame admirarte que ya con eso soy feliz.»

El sonrojo se extiende por todo mi rostro y me escondo tras el papel arrugado que tengo guardo desde hace algunos meses. Joder, leer en mi soledad me avergüenza, pero yo se lo leí en voz alta, en pleno pasillo, estoy segura de que las personas escucharon.

—Realmente estaba obsesionada contigo, dulce de leche — murmuro dejando el papel sobre el montón de escritos que tengo.

Jeremy es mi crush desde los quince años, recuerdo que llovía mucho y yo por boba no traje paraguas y él me dio la suya, creo que mi enamoramiento no fue solo por lo hermoso que era, sino también porque la escena fue muy parecida a Miraculous Ladybug, cuando Marinette y Adrien se conocen, esa era mi serie favorita en ese entonces así que influyó bastante. Conocerlo me inspiró muchísimo y empecé a escribir poemas y se las recitaba, no me avergonzaba hacerlo, pienso que incluso algunas le perturbaba un poco, pero era tan amable que me escuchaba y felicitaba de igual manera, él dijo que no correspondía mis sentimientos y parecía tan asustado de lastimarme que lo hizo con mucho cuidado, no dolió su rechazo, lo entendía porque en ese momento estaba loco por la ogra esa, pero de igual manera seguía dándole poemas, creo yo que a veces es necesario que te recuerden lo lindo que eres tanto física como emocionalmente.

Soy consciente que nunca seremos más que amigos y menos ahora que conoció a Hollie, su chica ideal, pero estoy bien siendo su amiga. Yo, tengo la fortuna de poder decir que logré hacerme amiga de mi crush, diría que es mi mayor logro luego de publicar un libro de poemas, mi mayor inspiración para ese libro fue Jeremy.

—¡Es hora de irnos!— grita Tobías, mi hermano mayor, en el marco de la puerta de mi habitación, frunzo el ceño y lo miro, ya que es lunes y él está aquí, debería estar en la universidad.

—¿Qué haces aquí?— interrogo guardando los poemas, él se adentra a la habitación y observa todo con curiosidad. Hace eso siempre que viene a casa.

—Nada, solo pasaba a decirte que es hora de irnos.

—Es lunes y tú estás en casa ¿Por qué? ¿No deberías estar en la universidad?

—Debería, pero por hoy faltaré.

—¿Tú faltando a clases? No me lo creo

—Haces bien, porque no hay clases, por eso estoy aquí, pero vamos que ya se te hace tarde.

Asiento y bajo de la cama para colocarme los zapatos, se supone que solo subí a vestirme después de desayunar, pero me encontré con mis antiguos poemas y no pude evitar no releerlos.

—Me alegra no haber entrado en ese colegio.

—Tuviste suerte, las personas ahí son muy superficiales.

—Eso dicen, ¿cómo toman el hecho de que tienes un libro publicado?

Termino de ajustar las hebillas de mis zapatos y camino hasta estar frente al espejo donde agarro el cepillo para arreglar mi cabello. Tengo como una obsesión con el orden, toda mi habitación está perfectamente arreglada. Me da cierto nervio encontrarlo todo desordenado, es un tic, papá sufre de lo mismo. Así que abro el cajón y encuentro todos los moños que colecciono acomodados por colores cálidos a fríos.

Dulce Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora