- Gee... - susurro Frank contra mi oído.
Estábamos en casa, festejando Navidad, ambos habíamos tomado demasiado, y nos entrabamos un poco borrachos, era tanta nuestra borrachera, que entre manoseos y juegos debajo de la mesa, ambos habíamos terminado realmente excitados.
Así que cuando todos se encontraban hablando, al igual que nosotros de borrachos, habíamos subido las escaleras hasta la habitación de mi hermano y nos encerramos en la misma.
El primero en dar un beso fue Frank, quien, a penas la puerta se había cerrado, se había tirado encima mío, haciendo que mi espalda chocara contra la puerta, mientras me agarraba el rostro con ambas manos y juntaba nuestros labios.
Lo abrace por la cintura y lo comencé a empujar hasta que caímos en la cama de mi hermano, yo encima de Frank, con mis piernas a cada lado suyo, separe nuestros labios y me quite la remera, para luego quitarle a Frank la suya.
- Me gusta tu pelo Rojo... - me dijo, mientras se mordía e labio inferior – no te lo cambies – susurro con la voz ronca, lo que provoco que una pequeña carcajada se escapar de mis labios.
Y es que hacía unos días atrás, le había contado que Eliza tenía ganas de teñirme el pelo de plateado y cortármelo bien corto.
- Ya veremos... - le susurre, volviendo a besarlo, mientras con mis manos acariciaba el pecho de mi novio.
Las manos de Frank comenzaron a bajar por toda mi espalda provocando pequeños escalofríos en mí, hasta que llego a mi trasero el cual apretó con fuerza, provocando que un pequeño gemido se escapara de mi boca y muriera en la suya.
- Mmm... - dijo contra mis labios, comenzando a bajar por mi cuello, dejando pequeños mordiscos en este.
De un momento a otro giramos en la cama, quedando ahora yo debajo suyo, y en un rápido movimiento Frank desprendió mi pantalón.
No sé exactamente en qué momento ambos habíamos quedado completamente desnudos, si fue cuando Frank me mordía el pecho, o cuando me embestía, haciendo que nuestros bultos se rozaran, o cuando se puso a besar mi oreja y luego a lamerla.
No lo sé aun, pero al ver la piel desnuda de Frank, encima mío, su cuerpo lleno de tinta y sus pupilas completamente dilatadas, me dejo de importar una mierda que no pudiera reconocer como pasaba el tiempo.
Sentí los dedos de Frank en mi boca y comencé a lamerlos, mientras Frank gruñía y se mordía el labio inferior, sentí la mano de Frank en mi miembro, lo que provoco que estrujara los dedos de mis pies y que mi espalda se arqueara, sentí los dedos de Frank en mi entrada dilatándome y luego sentí su miembro hinchado y caliente adentro mío, y fue perfecto.
Cada embestida, cada beso, ya no me importaba estar en la habitación de mi hermano, que alguien pudiera entrar o que nos escucharan. No, eso ya me dejo de importar cuando escuchaba los gemidos de Frank contra mi cuello, cuando sentía sus labios sobre los míos, cuando me mordía y cuando me decía que era suyo.
Y cuando Frank se vino adentro mío, y yo sobre nuestros cuerpos, fue el momento más mágico de mi vida, ya que nunca antes lo habíamos hecho sin condones.
- Te amo Nene – me susurro, saliendo de adentro mío y comenzando a repartir pequeños besos en todo mi rostro.
Un mes después
- ¡Gerard! – grito Frank, mirándome fijamente - ¿enserio? Te teñiste y cortaste el pelo – dijo, mientras me señalaba y suspiraba, por lo que yo me reía.
- ¿Me queda mal? – le pregunte con una sonrisa, mientras me tocaba el poco pelo que me quedaba.
- No... te queda endemoniadamente bien – me dijo con una pequeña sonrisa."Parece una locura, más de 100 kilos en un año ¿no?"
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Kilo a Kilo - Frerard
FanfictionLa obesidad es algo con lo que mucha gente lucha, muchos mueren por ella y muchos tienen miedo de terminar igual. Pero siempre puedes tenes la oportunidad de cambiar. Gerard Way es un chico que sufre obesidad morbida, y va a recibir la ayuda del mej...