Extractor de leche - Starant

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Cuando Cassie cumplió 6 meses la pareja decidió que era buen momento para enviarla a la guardería. Les costó mucho aceptarlo, de cierta manera se sentían culpables por dejarla pero sabían que era un proceso normal y que le haría mucho bien aprender a convivir con niños de su edad. Además le permitiría a Scott regresar a trabajar por más tiempo, otra cosa positiva pues a él le hacía falta convivir más con sus amigos y distraerse con cosas del trabajo.

Pero aunque no se notará, quién más lo sufrió fue Peter. Pues si bien su miedo ya había disminuído aún tenía algunos pensamientos intrusivos sobre perder a Scott y Cassie.

Una vez después de pasar la crisis se comenzaron a preparar para cuando ese día llegará. Cumplían la mayoría de los requisitos de la guardería que sus amigos le habían recomendado, solo tenían un inconveniente Cassie estaba muy acostumbrada al pecho y necesitaba beber de biberón.

Fue en ese momento que tuvieron que comprar un extractor de leche, ya que usar fórmula también se volvería muy incómodo para Scott pues empezaría a tener fugas por el exceso de leche y nadie quería eso.

De esa manera fueron eliminando el pecho por más tiempo para que ella fuera capaz de aceptar el alimento mediante mamila.

— Odio tener que hacer esto.

Dijo Scott el tercer día desde que empezaron usarlo.

— ¿Por?— preguntó Peter centrando su atención en el castaño, tenía una sonrisa que obviamente intentaba ocultar las ganas de soltar una carcajada.

— Porque me veo ridículo— dijo señalando la máquina adherida a su pezón— es incómoda y la odio.

Scott nunca había tenido problemas al amamantar a Cassie en público, sin embargo, usar el extractor en otro lugar que no fuera su casa era un no definitivo, incluso se había negado al principio que Peter estuviera en la misma habitación mientras lo hacía.

— Lo lamento amor, pero solo serán unos meses más. Hasta que Cassie pueda tener una dieta de sólidos— el rubio intento consolarlo, aunque no sabía que decir realmente— mira el lado positivo, por lo menos de esa manera no tendremos que gastar en fórmula láctea y tú no mancharas tus camisetas.

El castaño sonrió de forma forzada, apreciaba el intento de hacerlo sentir mejor pero la situación le seguía disgustando.

Aún así, tomaría el consejo de su esposo y se enfocaría en el lado positivo de las cosas, todo lo hacía por Cassie aunque estuviera incómodo lo haría por ella.

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