Formando Una Familia

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Aunque Logan y Peter se mudaron, no dejaron de ir todos los días a la mansión Xavier. No solo porque sus trabajos estaban ahí, sino por su familia y amigos que también querían ver a Laura.

— Miren quien llegó— grito Peter haciendo saltar a sus padre que están jugando una tranquila partida de ajedrez.

Ambos hombres mayores prácticamente saltaron de sus asientos para saludar a su nieta. Cómo todos sus hijos ya se habían vuelto adultos, extrañaban el contacto que era estar con una bebé

— Al parecer alguien extrañaba a sus abuelos— Peter traía consigo un pequeña maleta con las cosas de Laura.

— Obviamente, nos ama— respondió Erik extendiendo sus brazos para cargar a la bebé.

— ¿Tienes todo listo?— Charles centró su atención en Peter, quién estaba claramente arreglado.

— Si, Logan está abajo preparando la motocicleta— respondió pero su mirada no dejaba a su hija, era la primera vez que la pareja salía sin su hija en una cita y se notaba ansioso.

— Va a estar bien. Los cuidamos a ustedes cuando eran niños y ustedes salieron bastante bien, no te preocupes— Charles bromeó, entendía la dificultad de separarse pero al mismo tiempo sabía que tener un poco de tiempo a solas era necesario.

— Lo sé, solamente no quiero perderme de nada.

— No lo harás— intervino Erik— serán unas horas y si algo pasa te aseguro que estará grabado a todo detalle.

Peter sonrió y se forzó a despedirse. Besó varias veces a Laura, aunque ella parecía estar más entretenida con la ropa de su abuelo.

Ninguno de los hombres mayores tenían planes, pensaban quedarse en la mansión; tampoco querían estresar más a su hijo diciéndole que iban a salir con su pequeña. Además, habían otras personas que estaban ansiosas de ver a Laura de nuevo, los amigos de la familia se habían autoproclamado tíos y querían llenar ese rol a la perfección.

Tanto Erik como Charles oyeron la motocicleta alejarse y decidieron que era momento de bajar a ver a los otros.

— Vamos Laura hay muchas personas que quieren verte— anunció Lensherr aunque sabía que su nieta aún no lo entendía del todo.

Bajaron hasta la sala principal donde ya los esperaban los otros miembros del equipo. Los más emocionados por ver a la castaña eran Ororo y Kurt, y Laura reaccionó igual.

También por la tarde vendría Wanda con sus hijos, pues consideraba que la ayuda sería necesaria y que una reunión de primos era necesaria.

La pareja al principio se sentía ansiosa, pero conforme paso el tiempo y se centraron en sus actividades pudieron disfrutar realmente el momento. Tal vez no lo pensaban en todo momento pero realmente agradecían la red de apoyo con la que contaban, ya que hacían posible que tuvieron momentos bellos a solos y pudieran darle mantenimiento a su relación, fuera de la vida como padres.