10 - Juegos y miradas

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POV KATHERINE

Me acuesto en la cama cansada, ha sido un día largo y no hay ganas de hacer nada, menos después de las amenazas de hoy.

Tapo mi cuerpo con los endredones blancos, pensando en todo. Los cambios de actitud de Theodore, la amabilidad de la familia real, el asesino, las amenazas y... Mañana es mi último día en palacio.

¿O no...?

Si estoy en el palacio, podré proteger a la familia real más fácilmente, y... Son buenas personas, y es divertido estar junto a ellos.

Creo que... Me quedaré.

Estoy a punto de dormirme, a pesar de que son las tres y media de la mañana, según mi reloj, cuando mi puerta se abre de golpe.

Cojo la pistola de debajo de mi almohada, y la empuño apuntando al oscuro pasillo, donde una cabeza morena asoma y al ver como le apunto, se esconde tras la puerta.

- ¿Theodore? ¿Qué haces ahí?  - Bajo de la cama acercándome a él, que al igual que yo esta en pijama.

- Esto... Katherine, he oído un ruido fuerte en mi habitación y...

- Te asustaste.

- Si. - Baja la cabeza y pone la mano en su nuca, sonrojado y aparentemente avergonzado. A pesar de sus veinticinco años, parece un niño pequeño, sonrío por ese pensamiento.

- Vamos a ver qué fue eso anda. - Cojo mi móvil del escritorio riendo, y descalzos, salimos de mi habitación pasando por delante de la puerta de Jules, para entrar en la suya, al final del pasillo junto a la de sus padres.

Abro la puerta decorada con una gran T mayúscula y estampas de equipos de fútbol, pasando dentro, seguida por él.

Enciendo la linterna de mi móvil para ver algo en la oscuridad que rodea los aposentos, viendo con detalle su habitación, es muy similar a la mía, solo que un poco más grande y con tonos azules y negros, en vez de blancos y rosas.

Reviso que la ventana esté bien cerrada, y que nadie haya podido entrar por ahí. Sigo con la cama y los armarios, para acabar en el baño.

Todo está limpio.

Apago la luz que sostengo en mi mano, y enciendo la de la propia habitación, viendo a Theodore sentado en la cama, siguiéndome con la mirada.

- ¿Qué fue exactamente lo que oíste?

- No sé... Unos golpes o algo parecido. - Mira la ventana recordando algo, mientras frunce el ceño. - Creo que venían de ahí. - La señala, volviendo a mirarme.

-  Veamos. - Me acerco a ella, abriéndola del todo mirando el exterior. Hay un par de árboles grandes muy cerca, pero nada más. Tampoco huellas de zapatos o algún trozo de tela por lo que dudo que haya pasado alguien, más estando a casi tres pisos de altura.

De repente se levanta un viento fuerte, moviendo las hojas y ramas de los árboles, haciendo que la rama más larga de este, golpee la parte baja del cristal de la ventana, provocando un ruido seco, parecido a un golpe.

Me giro en dirección al príncipe, creyendo que fue lo que le asustó. - Theo... Por casualidad ¿Ese fue el sonido que oíste? - Asiente sorprendido mientras yo me acerco a el, y me acuclillo a su lado, poniendo mi mano encima de la suya en un gesto tranquilizador. - Theo, es solo la rama del árbol que hay en frente de tu ventana, se ha debido de mover con el viento, mañana mandaré que corten un poco las ramas para que no vuelva a pasar ¿Si?... Y trata de relajarte, sé lo que sientes, y estás paranoico por lo que pueda pasar, pero mientras yo esté aquí procuraremos que no llegue a ocurrir nada.

El asesino de la realezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora