Capitulo #22 "Alegación"

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>Hogar de los Sano<

Izana meneaba los palillos en su pasta para luego llevar a su boca. Luego de su primera semana en casa sin querer salir de su habitación, este martes finalmente se había motivado bajar a comer en el comedor.  

—Buen provecho,  hijo — el albino alzó su mirada de inmediato para encontrarse con los profundos y bellos ojos de su madre —Me alegra ver que finalmente hayas salido de tu habitación.

Izana bajo la mirada de inmediato, sintiendo de nuevo la vergüenza recorrerlo.

Solo había dos personas que lograban ese efecto inmediato en su persona.

Su hermano mayor; Shinichiro y su madre; Sakurako. 

—Gracias… madre.  

Sakurako tomó asiento en la silla de la cabecera y apoyando sus codos en la mesa no dejo de mirar hacia su hijo quien estaba sentado en la silla adyacente. Sus ojos negros notaron la tensión en sus hombros. Soltando un suspiro, bajó una mano y tomó la mano izquierda que tenía de Izana. 

El chico pestañeó y miró hacia su madre, quien le miraba en modo de empatía e incertidumbre al mismo tiempo. 

—Izana, quiero preguntarte algo y quiero que me digas la verdad ¿ok?

El albino mojo sus labios.

—Dime, mamá.

—¿Te arrepientes de lo que le hiciste a Rebeca Imaushi?

El chico apretó su mano libre por debajo de la mesa.

—Pensé habíamos dejado ese tema de lado — masculló y miró hacia su comida aún sin terminar. — Escuche lo que tenías que decir, y del abuelo también. 

Sakurako suspiró y se inclinó más hacia su hijo, con su mano libre acomodo un mechón de su cabello delantero por detrás de su oreja.  

—Por favor, solo… responde a mi pregunta.

Izana apretó sus labios. Sabía la respuesta, se la había hecho saber a si mismo hace días, pero aun así no era capaz de expresarla en voz alta, su orgullo no le dejaba. 

—Yo…— Sakurako noto el dilema en los ojos morados de su hijo. 

Sakurako inspiró.  

—La razón por la que te pregunto, es porque… Izana ¿aceptarías ver a un psicólogo?

Ante eso el chico de piel morena clara se levantó y miró hacia su madre como si le hubiera dicho algo despreciable e imborrable.  

—¿Un psicólogo? ¡No estoy loco madre! 

—Ver a un psicólogo no significa que estés loco, Izana —intento explicarle, con dulzura — Te lo dije cuando llegaste el lunes de la semana pasada,  lo que hiciste con Rebeca no estuvo nada bien, hijo. Porque si no lo ves así, enserio me dolería. 

Izana apretó sus labios molesto, pero cuando vio de nuevo el rostro dolido de su madre, la ira que comenzaba a recorrerle se calmó de golpe. Mojo sus labios y tomó asiento de nuevo, pasó una mano por su rostro y miró hacia el frente. 

Ninguno dijo nada por el momento. 

Sakurako dándole tiempo a su hijo de decidir por sí mismo si quería avanzar o no.

—Yo… —se escuchó de nuevo la voz de Izana, casi inaudible —Si, madre, lo que le hice a Rebeca  sé que no estuvo nada bien…— Y tragó saliva.  

Sakurako sonrío tenue, casi aliviada, y se levantó para abrazar a su hijo. 

—Está bien, Izana, por ahí se comienza hijo mío. Reconocer en lo que estuvimos mal. 

&quot;𝕮𝖔𝖓𝖙𝖗𝖆𝖉𝖎𝖈𝖈𝖎𝖔𝖓𝖊𝖘 &quot;// 𝑻𝒐𝒌𝒚𝒐 𝒓𝒆𝒗𝒆𝒏𝒈𝒆𝒓𝒔 𝒙 𝑶𝒄'𝒔 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora