Capitulo #35 "¿Culpable O Inocente?"

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—¿Qué estás diciendo pendejo? — preguntó Keisuke acercándose al rubio con quemadura en el rostro. 

Inupi suspiró y mojó sus labios nerviosos, apretando sus manos, en puños a los costados de su cuerpo.

— Lo que escuchaste, Baji, fui quién arrojó la droga a la mochila de Nahoya. 

Koko miró preocupado la escena frente a él, no podía creer que enserio Seishu se estuviera echando la culpa por su acto cobarde. Se acercó al rubio y lo tomó del antebrazo para que ambos se miraran a los ojos. 

—¿Qué mierdas estás haciendo? — Preguntó entre susurros — No tienes que hacer esto. 

Los ojos verdes de Inupi lo miraron y  el azabache tragó grueso ante la decepción que vio reflejada en ellos.

— Estoy respondiendo por el error que acabas cobardemente de cometer — Rudamente se soltó de Hajime y miró a los oficiales caminando hacia ellos — Llévenme a mí, yo fui quien echó la droga a la mochila. 

Nahoya lo miraba confundido y hasta con cierta sorpresa, pero también con el enojo reflejados en sus iris azules.

—Bien, Toshio, arresta al rubio. 

Kazutora reaccionó y avanzó unos pasos

—Esperen, Seishu no… — No pudo terminar de hablar porque alguien lo detuvo del brazo.

Kazutora miró hacia atrás preocupado, Keisuke lo miraba del mismo modo y negaba con la cabeza. No había nada que hacer, él había tomado su decisión.  

Draken miró como esposaban al chico y a su mente, por alguna razón, llegaron las duras palabras que su compañero le había dicho el segundo día de su estadía en Ayome. En ese lapso entre que se llevaban a Seishu y los de su alrededor susurrando sobre lo que había pasado, se aisló y se hizo un autoanálisis respecto a las clases sociales ¿Cómo un niño pijo podría estar en esa situación, y no alguien como él, que era de barrio y calle? 

Draken suspiró y miró hacia otro lado, encontrándose con una escena algo extraña. Abel llegaba por un lado de Emma, y le empezó a susurrar cosas en el oído, pareciera que buscaba transmitirle tranquilidad después del momento ocurrido, ya que el rostro de la rubia era demasiado abatido y preocupado. 

Draken sin querer miró más hacia abajo y se encontró con sus dedos meñiques entrelazados. En ese momento, ya no tuvo más dudas, entre ellos había algo. La aceptación le hizo tragar amargo, pero al final optó mejor por ignorar ese cuadro frente a él y regresó su atención a Seishu. A quien ya llevaban más allá esposado. 

Todos lo miraron, hasta que la silueta se perdió entre los pasillos. 

— Inupi — Susurró Koko sin poder creerlo. 

***

>Dirección <

—¿Qué fue lo que dijiste Lin? — Yume miraba fijamente a su hija. 

— Lo que escuchaste, logré lo que tanto querías ¿no? Amarre a Mitsuya Takashi, nada menos que el hijo de un político, o mejor dicho, el hijo de Tadashi Mitsuya.

— Pero, ¿En qué momento? 

Lin rodó sus ojos. Lentamente fue dejándose caer en el asiento frente a la directora, inclinando su cuerpo entre el escritorio y el asiento. 

— ¿A caso es importa? Al final de cuentas, lo único que querías era que lo engatusara ¿no? Pues ya lo hice ¿feliz? 

— Lin — Yume suspiró y pasó saliva por su garganta acercándose a su hija queriendo acariciar su mejilla, pero la chica de piel canela lo esquivo de un movimiento, apartándose lo más lejos posible de ella. 

&quot;𝕮𝖔𝖓𝖙𝖗𝖆𝖉𝖎𝖈𝖈𝖎𝖔𝖓𝖊𝖘 &quot;// 𝑻𝒐𝒌𝒚𝒐 𝒓𝒆𝒗𝒆𝒏𝒈𝒆𝒓𝒔 𝒙 𝑶𝒄'𝒔 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora