Capitulo #43 "Adiós, Emma"

208 8 86
                                    


La sangre de Abel heló. Su ritmo cardíaco era tan fuerte que podía escuchar hasta los latidos en sus oídos. Emma abrió su boca del impacto ante la situación, sus ojos se nublaron al instante de percatarse que su mejor amiga los había encontrado y no sólo eso, detrás de ella se encontraba Draken. La rubia se bajó de encima del azabache un poco torpe, mientras tapaba sus pechos desnudos con sus brazos.

Abel enseguida le paso su camisa de botones para que se tapara su desnudes.

Rebeca por otro lado no le entraba en la cabeza lo que sus ojos veían. Recordando como cuando llegó a tener sospechas, tanto Emma como Abel le bajaban siempre esos pensamientos.

— Hijos de puta — grazno apenas audible.

Draken alargó sus labios, sus sospechas siempre fueron ciertas. Pero nunca imaginó que Rebeca los llegase a descubrir a decir verdad, aunque él veía otra cosa completamente diferente jamás quiso que ellos dos se metieran en problemas de tal forma con su novia.

— Rebe, esto tiene explicación — Abel se puso de pie acercándose a su hermana, pero con furia en su sangre ella se acerca a él y le suelta una fuerte bofetada, dejando su mano completamente marcada en su mejilla, Abel apretó su mandíbula y pasó saliva amargamente.

— Eres un hijo de puta, maldito perro mentiroso — de sus ojos comenzaban a deslizarse lágrimas amargas. Draken le colocó su mano en su hombro buscando suavizar la situación.

— Rebe — Fue el turno de Emma querer hablar con Rebeca, pero en cuanto la chica peli azul la miró negó con la cabeza más enojada.

— Ni se te ocurra acercarte traidora, sabes perfectamente lo que yo pienso al respecto a esto, y te valió tres hectáreas de mierda, pero claro se te calentó el timbre con mi hermano, de tanto puto alumno en el puto Ayome de mierda… ¿Por qué Abel?

— Rebe, sólo, sólo escúchame — Emma tomaba acercamiento pero Rebeca retrocedía.

— ¡No te acerques, Emma! — Miró de nuevo hacia su hermano — ¡Putos traicioneros de mierda!

Sin más que decir, la Imaushi de retiró de la habitación. Detrás de ella fue Draken.

Abel y Emma se miraron, Abel pasó una mano por su cabello y sintió como su corazón quería quebrarse al ver su rostro lleno de dolor y lágrimas. Parecía que ni ella misma se había dado cuenta de cuando comenzó a llorar, al tocar su rostro con sus dedos y hacer un pequeño gesto de sorpresa.

El Imaushi extendió su mano hacia ella, queriendo abrazarla.  

— Emma — susurro, pero no conto con que la chica se alejara como si su tacto quemara.

— No, no te acerques.

— Emma…

— Por favor, no te me acerques ahorita Abel, me siento muy mal.

El azabache alzó sus brazos impotente.

—¿Y qué hago? ¿Me quedo de brazos cruzados al verte así de triste? No, yo no puedo con el dolor de una mujer, mucho menos el tuyo, Emma.

La rubia no lo sostuvo más y rompió en llanto, caballerosamente Abel la toma en un abrazo, en donde ella se permitió llorar más fuerte. Aprovechando la música seguía aun fuerte en el piso de abajo.

Emma y Abel sentían que querían expresar algo referente a la mala suerte al ser sorprendido por Rebeca de tal forma y no enterarse la Imaushi de mejor manera, cuando si eran sinceros consigo mismos, parecía que debían de pasar las cosas para caer en cuenta de que desde un principio hubiera estado mejor decir la verdad.

"𝕮𝖔𝖓𝖙𝖗𝖆𝖉𝖎𝖈𝖈𝖎𝖔𝖓𝖊𝖘 "// 𝑻𝒐𝒌𝒚𝒐 𝒓𝒆𝒗𝒆𝒏𝒈𝒆𝒓𝒔 𝒙 𝑶𝒄'𝒔 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora