Sothoryos XVI

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Los sonidos de su corazón era como el retumbar de mil tambores, como el galope de cientos de caballos. Una y otra vez, resonando en sus oídos. El sonido de su sangre pasando por sus venas, era como el río más salvaje, mientras que la sensación de su cuerpo, era como tener una gran roca sobre él. Jon nunca creyó poder sentir su cuerpo como lo hacía ahora: la posición de cada hueso, vena y órgano. Los latidos del corazón y la sangre circulando. Todo era tan irreal en ese momento.

Él se sintió asustado, porque su corazón latía cada vez más rápido.

"No tardes demasiado. Tu corazón podría explotar".

Las palabras de Caelyb volvieron a resonar en su cabeza, lo que causo más miedo. No quería morir. No ahora, ni tampoco dentro de varios años. Había avanzado tanto. Había encontrado tantas cosas. Él quería volver y ver a sus hermanos y toda su familia.

"Vamos... Vamos... Después de tanto, no puedes morir ahora", Jon se dijo a si mismo. Intento moverse, porque pensó que era necesario, pero las palabras de Caelyb resonarón en su mente una vez más.

"Circulación.... lo que debería bajar, ahora sube... lo que debería girar hacía una dirección, ahora lo hace hacía otro lado... "

"Espera... ", Jon pensó mientras dejaba de intentar mover su cuerpo. Los recuerdos de Brandon aparecieron al frente de su mente en ese momento. Esos recuerdos, no eran como ver una historia desde una perspectiva de observador. No, eran como si el hubiera sido Brandon Stark. Pudo sentir como mover sus armas. La forma de correr, incluso la forma correr habían sido cosas que pudo sentir.

Jon elimino cualquier recuerdo, escuchando el latido de su corazón y el torrente sanguíneo en una negrura absoluta.

"Fuera... Fuera... ¡Fuera!", Jon pensó mientras comenzaba a dejar de lado esos sonidos. Poco a poco, cada sonido retumbante en sus oídos, se fue desvaneciendo. Ignoro la presión que sentía en su corazón. Ignoro el peso que sentía sobre su cuerpo. Todo fue ignorado, hasta que algo pequeño apareció. Fue como un hilo. Un hilo muy delgado y brillante que parecía moverse hacía arriba.

No entendió como es que era capaz de ver eso. Pero no le importo demasiado en ese momento.

"... lo que debería bajar, ahora sube", usando toda su fuerza de voluntad, Jon tomo el control de ese hilo, haciendo que en vez de subir, comenzara a bajar. Cuando eso sucedió, un segundo hilo apareció. Cuando realizo el anterior procedimiento, aparecieron dos hielos. Entonces, Jon así siguió, una y otra vez, incontables veces. No supo cuanto tiempo paso mientras hacía eso, una y otra vez, invirtiendo las direcciones en las que se movían esos hilos brillantes. Finalmente, un sol nació en la oscuridad. Una luz deslumbrante creada de lo que parecían miles y miles de pequeños hilos, girando como si fuera un vórtice.

Jon se sintió cansado al ver esa bola de luz hecha de finos hilos. ¡Miles de ellos! Si antes fue un trabajo difícil manipular esos hilos sueltos, uno a uno, esto estaba en otro nivel. Pero, aún así, no se rindió. Ya estaba de camino a lograr la tarea, no podía rendirse.

Entonces, con toda la fuerza de voluntad que le quedaba, comenzó su trabajo.

Fallo... Fallo... Fallo... Fallo... y siguió fallando, una y otra vez. Cada vez que ponía un hilo en la dirección contraria, los otros lo arrastraban de nuevo. Se sintió frustrado por lo que estaba pasando. No entendía bien.

"Vamos, Jon. Lo hiciste antes... puedes hacerlo con esto... "

Esta vez, intento moverlo todo junto. Todos esos miles y miles de delgados hilos que parecían energía, los quería mover a la vez.

Y así, volvió a fallar.

Fallo de nuevo.

Jon quería tirar de su cabello y arrancarlo a la fuerza.

La gran aventura: Sothoryos [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora