Sothoryos XXI

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Jon miro sorprendido a Caelyb, quien le había dado un puñetazo que tuvo que bloquear. Los dos se miraron por unos segundos, hasta que Jon retrocedió dos pasos y frunció un poco el ceño.

"¿Qué paso? ¿Por qué quieres golpearme?"

"Hmph, es sorprendente que todavía te atrevas a preguntar", Caelyb entrecerró los ojos antes de atacar una vez más. Jon movió su mano izquierda, golpeando la muñeca del anciano con su palma, desviando así el golpe. Sin embargo, tuvo que retroceder otro poco cuando un tercer golpe venía de inmediato. Los dos se movieron por todo el lugar, con varios niños del bosque observando con curiosidad.

No estaban en el jardín de Caelyb, sino en la parte baja del árbol del mundo, en la parte este, donde vivían la mayoría de niños del bosque, y donde entrenaban a Jon en técnicas de lucha y espadas, además de algunas magias.

"¿Recuerdas la cosa importante sobre la magia?"

"La magia puede lograr cosas que, quizás, los mortales no pueden. Sin embargo, esto no quiere decir que sea todopoderosa. Al igual que todo en el mundo, la magia tiene sus propias debilidades".

Caelyb sonrió con fuerza, mostrando sus blancos dientes.

"Se de un hechizo para hacer que tu polla se caiga, ¿quieres que lo use, Jon?"

"¡¿Qué?! ¿Por qué querrías dañar a tu discípulo?"

"¡No solo yo, otros también deberían querer hacer eso! ¡Ustedes, pequeños mocosos, no cesaron con sus actividades lujuriosas!"

Jon recibió un golpe en su rostro al detenerse. Su rostro se sonrojo un poco cuando escucho las palabras de Caelyb, y la razón de su molestia.

"Yo... lo siento, Caelyb. No pensé que se escucharía. Las paredes en el palacio son bastantes gruesas, al igual que las puertas, entonces... "

"No me mientras, muchacho. Ni siquiera tuviste en cuenta tales cosas. Simplemente dejaste que tus hormonas y la lujuria se hicieran cargo. Dime, ¿qué harías cuando suceda de nuevo?... No aquí, sino en otro lugar".

"No soy tan descarado", Jon dijo con seriedad.

Caelyb resoplo una vez más. Se sintió molesto por un segundo, porque conocía a Jon. Entendía como era él y su forma de actuar. Y en realidad, no era un joven tan descarado. El anciano había pensado en dejarlo así y que Jon sufriera un poco por sus actos, pero luego recordó algo, una cosa que parece que Jon también había olvidado.

"¿Y si la joven Saynna queda embarazada?"

Los ojos de Jon se abrieron de par en par antes de palidecer por completo. Una de las cosas que siempre se recordó, fue no tener hijos. A pesar de saber que no era un bastardo gracias a Brandon Stark, su pasado todavía lo perseguía. Quizás no tanto como antes, pero ser el culpable de que un niño nazca y pase por lo que él paso en su infancia, era algo que no deseaba.

Soltando un suspiro, Caelyb miro a Jon, luego negó con la cabeza ligeramente.

"Tienes suerte muchacho, ya que la sociedad de los Elfos, es diferente a la que tiene tu gente en Westeros".

"Yo... realmente me deje llevar, ¿eh?", Jon se rasco la cabeza mientras se dejaba caer en el suelo con su trasero, quedando sentado en el césped verde. "No puedo creer que haya olvidado algo tan importante para mi".

"Supongo que es algo malo, pero también bueno".

"¿Bueno? ¿Qué tiene de bueno?"

"Ni siquiera sabemos si ha sucedido. Han pasado horas".

"Aún así... "

"¿Quién eras de nuevo?"

"¿Qué?", Jon miro confundido a Caelyb.

La gran aventura: Sothoryos [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora