Algún Día (Jiang Cheng x Wen Qing)

Capítulo 15: Primera nevada.

             Los días iban pasando con rapidez, y el clima cada vez se tornaba más y más frio en Yunmeng; como ya dando un pequeño adelanto del fuerte invierno que se vendría ese año.

               Luego de ese "pequeño" percance vivido hace unas semanas, Mei Lien había agregado otra actividad a su rutina habitual: los controles médicos con el Anciano Wu. Ella realmente no lo veía necesario ya que no se habían presentado otros síntomas desde entonces, pero es que Jin Ling... ¡Ay ese amigo suyo sí que era un preocupón! Él, que siempre la acusaba a ella de ser la más controladora de entre los tres amigos; al final de todo, era el que más sobreprotectoramente actuaba. Él y el Anciano Wu; quien al parecer en este tiempo en el que ella había estado viviendo en Yunmeng y al estar trabajando para el cuerpo médico, la había tomado bajo su ala y la trataba como a una nieta más, así como lo era con Jin Ling. Así es como sus visitas a la oficina central de médicos de Muelle de Loto, se había vuelto una rutina más que habitual y obligatoria para ella: recibir las medicinas con las dosis diarias, un control médico, y sesiones de acupuntura; para ayudar al flujo del qi y de sangre en sus músculos. Era eso, o recibir el doble de regaños por parte de ambos, tanto de Jin Ling como del Anciano médico, y seguramente la dejarían completamente fuera del trabajo en cuanto a las investigaciones.

-Tus vías del qi está fluyendo de manera totalmente normal; y tus músculos no presentan inflamación ni entumecimiento. - Concluyó el anciano Wu. - ¿No se ha presentado ninguna anormalidad desde tu último control, Doctora Jin? -

-Nada fuera de lo normal, Anciano Wu -respondió mientras se acomodaba las mangas de sus túnicas. – ya hace varias semanas desde que se presentaron esos síntomas, y como usted sabe, solo fue en aquella ocasión y nada más... por eso yo- Pero fue interrumpida sin si quiera poder terminar la pregunta.

-Sabes que pienso que aún es demasiado pronto para que vuelvas. - se giró hacía ella mientras empezaba a colocarle las agujas para continuar con el tratamiento de acupuntura.

                 La joven hizo un pequeño puchero, a lo que el anciano la miró y se sonrió; le agradaba ese temperamento terco, le recordaba a cierto joven Jiang cuando aun era un adolescente despreocupado, o, mejor dicho, demasiado exigente consigo mismo. Era bastante nostálgico.

-Aunque actualmente sientas como que todo esta perfectamente bien- le explicaba sin quitar la mirada de los puntos de punción, - debes tener en cuenta que ya tuviste un primer contacto directo con esta toxina, y al no saber nada de ella, tú, como doctora sabes que puedes tener más tendencia a desmejorar más adelante. - explicaba mientras tomaba más agujas de una bandeja que estaba a su lado. -Sin saber que agente patógeno lo causa, varios médicos lo tocaron de manera directa y ahora están con tus mismos síntomas. Sabes perfectamente lo importante que son las vías del qi y las manos para esta profesión, ¿Cierto, Doctora Jin? - terminó de poner las agujas y la miró sonriéndole, a través de sus blancas barbas.

                Aunque el tono de voz del anciano no era ni brusco ni para nada violento, al contrario, era cálido y tranquilizador, aún así Mei Lien podía detectar el tono de regaño y preocupación en él.

-Lo sé, y lo entiendo, Señor Wu. - dijo mirando hacia sus manos tratadas con agujas, y sentía como sus músculos y vías se relajaban. Ella estaba totalmente convencida de que ya sus condiciones eran optimas para regresar al trabajo en la morgue, ¿Por qué es que no la dejaban? Él no hacer nada más que trabajo de oficina y papeleo, la estaba enloqueciendo.

               Wu no pudo evitar soltar una pequeña y gastada risa, mientras se levantaba y colocaba unos sahumerios de jazmín. Al ver esa expresión en el rostro de la joven... definitivamente, ese puchero cada vez que era regañada, aunque sea un poco... Sí que le daba nostalgia.