Algún Día (Jiang Cheng x Wen Qing)

Capítulo 10: Angustia.

- ¡Al menos un "buenas noches", Tío! - le gritó Jin Ling, con un leve tono de broma, al momento que su tío se encerró en su estudio.

- ¡Ya vete a dormir, Jin Ling! – Se escuchó desde el otro lado.

         El joven se aguantó la risa y siguió su camino por los pasillos de la residencia de Muelle de Loto, seguido por Mei Lien, quien sólo negaba con cansancio por las actitudes un tanto infantiles de su amigo y líder.

-Ya te dije esto antes, Jin Ling. No creo que deberías de molestar tanto a tu tío. -

-Sólo quiero que se desestrese, aunque sea un poco, antes del encuentro de mañana. - Respondió el muchacho. -Aunque conociéndolo, eso es totalmente imposible. - Sonrió con resignación.

-Con respecto a mañana, yo- Comenzó la joven.

-Con respecto a mañana, no te preocupes. - La interrumpió con una sonrisa. -No será necesario que me acompañes, sólo será ir a recibir a la Señorita Bai. Además, quiero que te ocupes de lleno en tu nueva tarea en la morgue. Y de los libros que estabas investigando sobre las arañas, también déjamelo a mí. -

-Pero ya tienes mucho trabajo con los informes, y el control y distribución de antídotos. -

-Es mi trabajo como líder, además, no todos los días tomas la iniciativa para participar en un proyecto médico. - la miró sonriendo de costado, caminando despreocupadamente. -La verdad me sorprendiste, y me alegro que tomaras esa decisión. De paso, le demostrarás a mi tío tus capacidades y seguramente le cerrarás la boca, ¿No? -

               Mei Lien giró el rostro, mirando hacia el lado opuesto, cruzándose de brazos.

-No lo hice por eso. Si resolvemos este asunto de manera más rápida, más pronto será nuestro regreso a Lanling. - Jin Ling podía detectar un pequeño puchero al escucharla hablar, su amiga si que era orgullosa. -Además, los doctores están para salvar vidas, y no puedo hacer la vista gorda ante el sufrimiento de la gente, si está en mis manos, yo- Fue interrumpida por la mano de su amigo posándose sobre su hombro.

-Lo sé, lo entiendo. - le dijo sonriéndole ampliamente. -Y confío en tus habilidades, Doctora Jin. - Ella le respondió con una sonrisa, para luego seguir comentando de cual sería la agenda de ambos al día siguiente, mientras continuaban su camino hacia sus respectivas habitaciones; para al fin descansar y comenzar un nuevo y ajetreado día.

               Asomando los primeros rayos de Sol en la mañana, el joven Líder Jin, quien apenas había pegado un ojo de la emoción en toda la noche, saltó de su cama rápidamente y empezó a prepararse para el esperado día. Estaba tan emocionado que cualquiera diría que el que se iba a casar era él y no su tío. Bueno, tal vez usar la palabra "casar" era muy pronto aún, pero, era un paso previo ¿No? Y es que, sólo hecho de pensar que su tío posiblemente hoy conocería a su futura compañera, lo llenaban de buenas expectativas. Hasta parecía un niño pequeño de vuelta, pero es que no podía evitar sentirse ansioso por el encuentro de hoy. Estaba casi seguro de que nada podría salir mal, ya que esta vez no sólo la joven interesada conocía de antemano las virtudes y los defectos ya bastante reconocidos de su tío entre las casamenteras y las jóvenes en edad casadera; si no que también el Jiang había aceptado encontrarse con ella, sin necesidad de usar la jugarreta sorpresa que usó en la cacería el día de su cumpleaños. Nada tenía por qué salir mal, ¿No?

                 Terminó de alistarse, y lo primero que hizo mucho antes de dirigirse a desayunar fue ir a preparar las ropas de su tío y enviarle los elementos para asearse. Conociéndolo como lo conocía, estaba completamente seguro que seguiría en su estudio trabajando, sin si quiera darse cuenta que ya había amanecido. Por otra parte, también quería asegurarse de evitar que el Jiang tratara de escabullirse del asunto usando como pretexto su mala presentación o falta de aseo. Lo que sea que fuese, quería cubrir todas las posibilidades de escape de su tío.